
Un águila calva rescatada de un vertedero de Alaska después de que un cazador furtivo le disparase en el pico destrozando su mandíbula superior, vuelve a correr serio peligro tras la pérdida de la prótesis que le implantaron.
Cuando fue rescatada por la ONG Aves de Presa del Noroeste, ubicada en Idaho (EEUU), estaba a punto de morir de inanición porque el muñón que le había quedado en el pico le impedía alimentarse.
Según informa ElMundo.es, el águila estuvo a punto de ser sacrificada. Fue entonces cuando un ingeniero llamado Nate Calvin, fundador del grupo de ingeniería Kinetic, acudió en su ayuda y propuso crear una prótesis del pico.
Calvin hizo un molde de la mandíbula superior de Beauty, que así se llama el águila, la escaneó y la modeló para obtener una prótesis fabricada con polímetros de nailon. Se la implantaron, pero no del todo correctamente y según fue creciendo el águila, esta se fue desprendiendo.
En la actualidad se están buscando nuevas formas para implantarle la prótesis correctamente y poder dejarla en libertad.