Ciencia

Las manchas solares, al desnudo

Misteriosas, oscuras, las manchas solares miden el pulso del sol, una estrella gigantesca a la que apenas prestamos atención. Su diámetro es el de 109 Tierras, pero dentro cabrían un millón trescientos mil planetas como el nuestro.

Científicos del Centro Nacional para la Investigación de la Atmósfera de EEUU (NCAR) y del Instituto Max Planck en Alemania han creado una película sobre las manchas solares que se basa en un modelo realizado en un superordenador.

Parece una versión de Los Girasoles de Van Gogh un tanto pasados por la alta tecnología, pero que captan los detalles científicos con precisión y belleza. Las manchas solares son importantísimas. Se piensan que están generadas por masivas eyecciones de plasma solar cargado de energía, lo que determina un poco el pulso del sol en un ciclo de once años.

Las manchas solares provocan tremendas tormentas geomagnéticas, y a su alrededor se generan las llamaradas solares. Estas tormentas pueden causar problemas en las telecomunicaciones aquí en la Tierra, pero afortunadamente estamos protegidos por un intenso campo magnético.

Modelo completo

Las manchas solares también están relacionadas con la producción de energía del sol. "Es la primera vez que tenemos un modelo de una mancha solar completa", ha indicado Matthias Rempel, científico del NCAR. "Si quieres entender todos los motores que hay detrás de nuestra atmósfera, debes comprender primero cómo surgen las manchas solares y de qué forma evolucionan". Para este experto, que publica su trabajo en la versión web de la revista Science, las simulaciones de las manchas resultan esenciales para comprender el funcionamiento del interior de nuestra estrella, su producción de energía, y la forma en la que afecta a nuestra atmósfera".

Debajo de las manchas se producen flujos convectivos de energía, por ejemplo, que han sido emulados por el superordenador, algo que los instrumentos no pueden captar. En este caso, en la película que acompaña a esta historia, hay dos manchas que se analizan.

Tienen una región central negra llamada umbra, de la cual salen extraños y larguísimos filamentos de energía oscura y de masa hacia una zona un poco más clara llamada penumbra. Las manchas están asociadas a fuertes campos magnéticos, que son los que condicionan su estructura.

El modelo replicado en la película comprende una región solar que tiene una superficie de casi cinco millones de kilómetros cuadrados, pero también abarca una profundidad asombrosa, de 5.954 kilómetros, la distancia que hay hasta el centro de la Tierra, por ejemplo. El superordenador Bluefire, de IBM, estuvo varios semanas trabajando, a una velocidad de 76 billones de cálculos por segundo.

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