Cataluña

El valor de la formación ante los retos del turismo

Por Eugeni Gay y Ricard Santomà*

El Turismo se ha convertido hoy en día en la industria más importante del mundo, no solo por el impacto económico que significa sino también por las consecuencias sociales y medioambientales que implica.

Según datos de la Organización Mundial del Turismo (OMT), el turismo se ha caracterizado por su crecimiento prácticamente ininterrumpido a lo largo del tiempo, a pesar de crisis ocasionales de diversa índole, demostrando su fortaleza y su resistencia. Las llegadas de turistas internacionales a escala mundial han pasado de 25 millones en 1950 a 278 millones en 1980, 674 millones en 2000 y 1.186 millones en 2015. De forma análoga, los ingresos por turismo internacional obtenidos por los destinos de todo el mundo han pasado de 2.000 millones de dólares de los EE.UU. en 1950 a 104.000 millones en 1980, 495.000 millones en 2000 y 1.260.000 millones en 2015.

El turismo es una categoría importante del comercio internacional de servicios. Además de los ingresos obtenidos en los destinos, el turismo internacional generó otros 211.000 millones de dólares de los Estados Unidos en exportaciones por servicios de transporte internacional de pasajeros prestados a no residentes en 2015, lo que eleva el valor total de las exportaciones turísticas a 1,5 billones de dólares de los EEUU, o a 4.000 millones de dólares al día de media. El turismo además de aportar riqueza, desarrollo de sociedades, conocimiento y puesta en valor de otras culturas no está exento de riegos.

Así pues, los aspectos relacionados con malas prácticas en las políticas laborales, el daño al medioambiente o la pérdida de identidad cultural de ciertos destinos ponen en peligro los aspectos más positivos de la actividad turística. Estos son grandes retos que se le presentan a la industria turística y a los que se le piden respuestas por la importancia que tienen para el presente y futuro, no solo de la industria turística sino del mundo entero.

Y es que esta visión holística y macro de la actividad turística, en la que los números son difíciles de imaginar, se combina con otra realidad, una que adquiere importancia cuando se le hace un enfoque de la actividad turística y se pasa del macro al micro. Esta actividad turística, estos 1.200 millones de desplazamientos internacionales, son la suma de los sueños, los objetivos y las ilusiones de cada uno de los desplazamientos. Detrás de cada uno hay una intencionalidad a cumplir. Esta puede ser la de realizar unas deseadas vacaciones, la de ir a conocer un lugar exótico y soñado, ir a conocer a un nuevo familiar, un viaje de novios o ir a cerrar un trato comercial.

Y es en este momento cuando el profesional del sector turístico cobra toda su fuerza y su sentido. Un profesional del sector turístico es, al final, quién hará realidad cada una de las intencionalidades de estos 1.200 millones de personas que han realizado un viaje internacional. Es quién conseguirá que sean las mejores vacaciones planificadas, el que haga que el alojamiento esté en las mejores condiciones, que el encuentro entre familiares pueda realizarse o el que tendrá todo a punto para que el trato comercial pueda realizarse. Alguno ha llegado a llamar a estos profesionales: los custodios de la felicidad de las personas.

La realización de la actividad turística, no es una cosa menor. Aunque algunos se esfuercen en pensar que cualquiera puede hacerla, es necesario tener unas competencias, habilidades y sobre todo unas ilusiones.

Competencias como buen conocimiento de idiomas, capacidad de atención, actitud de servicio, habilidad en el trato con las personas, gestión de equipos, gestión del estrés, capacidad de planificación, organización y gestión de proyectos, liderazgo, de comunicación, conocimiento y sensibilidad intercultural, capacidad de trabajo con otras culturas, capacidad de deslocalización, cierto conocimiento de psicología, capacidad de gestión de conflictos, entre otras, son las habilidades y competencias que un buen profesional del sector turístico maneja. En la Universidad Ramon LLull, los estudios de Gestión Turística y Hotelera de la Facultad de Turismo y Dirección Hotelera Sant Ignasi (HTSI) de Barcelona ayudan a los estudiantes que llegan con la ilusión de trabajar en este sector a que se conviertan en estos profesionales. Profesionales que garantizarán que cada uno de sus clientes vean cumplidos con creces los objetivos de su viaje. Son chicas y chicos que trabajarán duro durante la carrera, que harán prácticas en empresas turísticas, que viajarán para conocer otras culturas, que aprenderán a trabajar en equipo, que desarrollarán sus habilidades de liderazgo, que potenciarán su actitud de servicio, que se convertirán en personas atentas y sensibles a lo que pasa a su alrededor. Realizarán proyectos, presentaciones, estudiarán idiomas y potenciarán su sensibilidad hospitalaria.

El sector turístico es el sector estratégico de hoy en día. Un sector que emplea a más del 11 por ciento de la población mundial y que representa un 12 por ciento del PIB. Tenemos en el ADN la necesidad de salir, de descubrir mundo y de ir hacia lo desconocido.

Los profesionales del sector turístico, los que se han formado en la universidad y han conseguido desarrollar las competencias necesarias durante sus estudios, son aquellos que conseguirán que las bondades y beneficios que representa el turismo hoy en día se vean cumplidas y que cada uno de sus actuales y futuros clientes puedan cumplir sus sueños y objetivos depositados en ellos, porque tal como ya hemos comentado antes, estos profesionales son los custodios de la felicidad y sueños de las personas. Qué mejor que un profesional bien formado para depositárselos.

Eugeni Gay y Ricard Santomà Presidente y decano de la Facultad de Turismo  y Dirección Hotelera Sant Ignasi (URL)

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