
La firma francesa Decathlon culminará el mes que viene la reorganización de su logística en Cataluña, que se centralizará en la comarca del Baix Llobregat.
Al centro intercontinental que tienen en el ZAL de El Prat de Llobregat, se le sumará otro nuevo en el polígono de Can Margarit en Sant Esteve Sesrovires, un municipio colindante a Martorell. Este centro tiene una superficie de 40.000 metros cuadrados con 11 metros de altura sobre una parcela de 60.000 metros cuadrados, y según ha podido saber elEconomista, se inaugurará en octubre.
Este nuevo espacio se utilizará para relocalizar y absorber la actividad que hasta ahora se llevaba a cabo en los centros de Martorell y Vilafranca del Penedés, que aglutinaban unos 240 y 100 trabajadores respectivamente. Desde este centro se suministrará a las comunidades de Cataluña y Comunidad Valenciana. La promoción de este edificio la ha llevado a cabo Goodman, que arrendará el centro a Decathlon. Los centros que ahora quedarán vacíos también estaban en régimen de alquiler.
Problemas con trabajadores
El traslado de la plantilla ya se está llevando a cabo y se está ultimando la puesta a punto para que la operatividad esté lista el mes que viene. Sin embargo, la mudanza no está siendo tan apacible como preveía la compañía.
Si bien los más de 200 trabajadores de Martorell tienen su nuevo centro de trabajo muy próximo al actual, los empleados de Vilafranca no lo tienen tan fácil. Según ha podido saber este periódico, más de una cuarta parte de los trabajadores del centro del Alt Penedés se han negado a trasladarse por la distancia de 32 kilómetros que hay entre ambos municipios por la AP-7 con peaje incluido. Estos problemas están sucediendo después de que en 2015, la empresa recortara 1.177 empleados para ampliar horas al resto de personal, tal y como adelantó el Economista.
La empresa se ha limitado a afirmar que "el detalle de la plantilla de Sant Esteve no está disponible por ahora, y que todos los empleados tienen la posibilidad de cambio al nuevo centro", y confirman que "hay colaboradores que no han aceptado el cambio, a pesar de la ayuda que hemos ofrecido para el desplazamiento".
Aunque el convenio de trabajadores de Decathlon no recoge ninguna indemnización por traslado forzoso, además, según los sindicatos, la negociación en caso de que no se llegue a un acuerdo lo está haciendo la empresa directamente con los trabajadores. Y es que la dirección, siempre según la versión de las fuerzas sindicales, amenazó a los trabajadores con empeorar las condiciones si intermediaban los actores sindicales.