La Generalitat de Cataluña ha encontrado un filón en el turismo para paliar sus tensiones de tesorería con la crisis económica.
Esta tasa, que se aprobó en 2012 durante la primera legislatura de Artur Mas, grava las pernoctaciones de personas físicas en establecimientos turísticos de cualquier tipo. La recaudación de 2015 se ha cerrado con 43,5 millones de euros que irán directos a las arcas de la administración catalana, un 5,5% más que en el año anterior.
Una vez en la caja catalana, el dinero se destina a la promoción turística de la zona mediante campañas publicitarias o a la creación de infraestructuras que potencien este hecho. En concreto, 13,5 millones van a parar a la Agencia Catalana del Turismo, 7 millones a diversas infraestructuras, 6 millones a planes de fomento de consejos comarcales y ayuntamientos, 2 millones al Ayuntamiento de Barcelona para solventar de forma equilibrada el gran impacto del turismo y menos de un millón a la mejora de recursos naturales. Aunque hay cerca de 12 millones que no se ha especificado su destino.
El aumento de la recaudación es paralelo a la llegada de más turistas. En 2015, el turismo aumentó un 3,7% con 17 millones de visitantes. De las pernoctaciones en alojamientos turísticos, el 79% se concentra en hoteles, y el resto estaría repartido entre los pisos turísticos recientemente regularizados y los campings.
Sol Daurella, cruz de Sant Jordi
Entre los acuerdos de Govern destaca uno. Se han anunciado las personas a quienes les será otorgada la Cruz de Sant Jordi, donde destaca la empresaria Sol Daurella. Por otra parte, el Govern ha reservado 8,7 millones a contratos públicos con entidades sociales y centros especiales de trabajo, lo que supone incrementar esta partida un 26%. Por otra parte, también se ha acordado la fusión del Colegio de Ingenieros Técnicos Agrícolas y el de Ingenieros Técnicos Forestales en uno solo para ahorrar costes.
