La situación se complica para Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda en funciones. Si las comunidades autónomas gobernadas por el PSOE se han negado a aceptar las medidas antidéficit; Cataluña se ha unido al grupo de insumisos. El conseller de Economía, Oriol Junqueras, no parece temer una intervención de alcance similar a la vivida por Aragón o Extremadura. Incluso, ha avisado de que no asumiría nuevos recortes.
De hecho, Oriol Junqueras ha lanzado un mensaje desafiante al Gobierno central, "por muchos requerimientos que recibamos, no aplicaremos ningún recorte añadido a las políticas sociales, recortes a los que nos ha obligado el Ministerio de Hacienda. Por mucho que insistan en esta línea, no cerraremos hospitales, ni colegios, ni servicios sociales", ha añadido. Cataluña está preparando unos nuevos presupuestos con un ligero incremento, que Junqueras quiere que el Parlament debata en julio. Las medidas que han ido anunciando las diferentes conselleries implican gastos añadidos por valor de 900 millones de euros.
Junqueras tildó la carta de aviso que había recibido de muy "poco precisa". La Generalitat estima que el recorte para cuadrar sus finanzas y ajustarse al objetivo de déficit debería ser de unos 1.000 millones, lo que complica los planes de Junqueras
Nueva desconexión
En este contexto, la cámara catalana ha dado otro paso en la supuesta desconexión con España. Después de aprobar la resolución de rupturista en noviembre, cuyo texto fue suspendido de inmediato, JxSí y la CUP han vuelto a votar a favor de un texto similar.
Esta nueva moción se ha ratificado a pesar de tener un informe en contra de los propios letrados del Parlament, además de toda la oposición.
