En los últimos diez días, el número de compañías que se ha mudado a la capital española cuadruplica el de las que desembarca en la Ciudad Condal.
Los movimientos corporativos entre Madrid y Barcelona no cesan. El último ha sido el de la sociedad que gestiona el centro comercial Heron City de Barcelona, Azorallom, que se ha trasladado a la capital española desde la barcelonesa calle Río de Janeiro.
Azorallom incorporó hace unos meses al gestor europeo de fondos de inversión inmobiliario Activum SG como principal accionista.Fuentes de la compañía explican que este cambio de domicilio responde a la reorganización que está llevando a cabo el nuevo accionista mayoritario de la empresa, que ya tenía su sede en Madrid.
Esto no supondrá cambio alguno en el centro comercial de Nou Barris. Un caso similar al de la sociedad que controlaba otro gran centro comercial como Puerto Venecia (Zaragoza), pero que tenía su domicilio fiscal en Terrassa.
En un principio, el centro de Heron City parecía que iba a tener problemas con la llegada de Ada Colau al consistorio barcelonés, pues quería evitar la ampliación del complejo. Pero el silencio administrativo y el permiso concedido por el gobierno municipal de Xavier Trias ha imposibilitado todas las maniobras de la alcaldesa de Barcelona.
Con esta mudanza, se engrosa el número de nombres propios que han tomado el puente aéreo en los últimos días, aunque la mayoría de empresas que se han ido son pequeñas. Entre las más conocidas, ha trascendido la marcha de Válvulas y Conexiones Ibéricas, empresa autorizada para prestar servicio en toda la Península del fabricante americano Swagelok.
También ha hecho las maletas la firma de moda infantil Children Worldwide Fashion en un proceso de reorganización que ya se había anunciado con anterioridad.
En total, en los diez últimos días, son 16 las empresas con sede en Barcelona que se han movido a Madrid, en comparación con las cuatro que se ha trasladado a la capital catalana, según datos de Informa.
Las que llegan, más grandes
Si bien el número de compañías que han llegado a Barcelona es inferior, las que se han mudado a la capital catalana se caracterizan por ser relativamente más grandes. Alguna de las cuatro que ha cambiado su sede a Barcelona contaba con un capital social por encima de los 450.000 euros.
En lo que llevamos de mes de marzo, la proporción es algo más favorable para Cataluña. Treinta y ocho empresas barcelonesas han movido su domicilio social de Barcelona a la capital, frente a las 18 compañías que han hecho este mismo viaje, pero a la inversa.