La multinacional americana de componentes de la automoción Delphi tiene una decisión tomada: va a cerrar su fábrica de Sant Cugat (Barcelona).
A pesar de los esfuerzos de la administración para retener la fabricación de bombas de inyección para motores diésel, la dirección trasladará su producción a Rumanía. No hay marcha atrás, pues las actividades que se realizaban en este país ya están a su vez deslocalizadas en China.
Ahora, el futuro de la planta de Sant Cugat es incierto. La empresa presentará un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) el próximo 29 de marzo, que afectará a la totalidad de la plantilla, de 540 trabajadores. El presidente del comité de empresa, Juan Antonio Morán, ha explicado a elEconomista que, por el momento, no harán ninguna acción y esperarán hasta ese día, cuando está previsto que Delphi presente también una oferta de viabilidad.
De hecho, la planta lleva meses trabajando en la posibilidad de reindustrializar la fábrica a través de la misma agencia que ha encontrado una alternativa para Valeo Martorelles, MOA BPI Group. De todos modos, Morán explica que, pese a la hipotética solución, será ?imposible? salvar a los 540 empleados.