
Aguas tranquilas en Cataluña, al menos en cuanto al traslado de empresas a Madrid. Tras una semana donde se produjeron las 'fugas' de dos gigantes como Grohe y Schibsted, la semana empezó con el anuncio de la inversión de Grifols en su planta de Parets del Vallès. En concreto, 59 millones. La parte negativa es que del total de 326 millones de euros, el 80 por ciento se irán a otros países como Irlanda o Estados Unidos.
Por otra parte, hubo noticias muy positivas. Se anunciaron las aperturas de dos hoteles Marriott y Vincci tras la incertidumbre que hay en el sector con la moratoria hotelera de la alcaldesa Ada Colau. Precisamente, esta semana Colau también aprobó el PEUAT que prohíbe la apertura de pisos turísticos y paraliza la apertura de nuevos alojamientos turísticos en el centro de Barcelona.
Otro de los tantos que se anotó la economía catalana es el liderazgo del ranking de creación de empresas durante el mes de enero. Y es que, aunque durante los primeros meses del año muchas empresas cogieron las maletas, muchas también han emergido de las cenizas de la crisis con un notable descenso en destrucción de sociedades.
Fijación suiza
En las últimas dos semanas se ha producido un verdadero 'desembarco' suizo. Si hace unos días, Roche anunciaba la ampliación de su centro de Sant Cugat y Nestlé también anunciaba inversiones. La aseguradora Zurich anunció el jueves que instalará su centro mundial de 'Big Data' en Barcelona con la consecuente creación de 200 puestos de trabajo.
La semana acabó con una nota negativa adelantada por el Economista, y es que el mercado exige a Cataluña cinco veces más intereses que a la Comunidad de Madrid. Éste es un hecho importante, ya que el discurso de la Generalitat es que el Estado español cobra a Cataluña por su propio dinero que recauda y luego centrifuga. Lo cierto es que España también se financia en los mercados con un coste, y si la comunidad catalana tuviera que hacer lo mismo, -con el último dato del mes de noviembre como referencia- tendría que pagar 124 millones en intereses anuales. En diez años, esa deuda superaría los 1.200 millones de euros.