Podemos tiene muchos planes para Cataluña sobre el papel. Las encuestas le dan como ganador en la comunidad y aunque se presenta en una confluencia con diferentes formaciones bajo la marca En Comú Podem, en Cataluña serán sinónimo de referéndum, ya que es el único partido con opciones que apuesta por celebrarlo.
De hecho, es su propuesta estrella, ayer mismo Pablo Iglesias anunció que celebraría una consulta en el primer año de legislatura. Pero hay otra gran promesa de ámbito económico que hasta ahora ha pasado desaprecibida. Podemos promete devolver los 3.967 millones de euros en inversiones que tendría que haber recibido Cataluña desde el año 2008, según la disposición adicional tercera de su Estatut.
Dicha disposición establece que el Estado está obligado a invertir en Cataluña en materia de infraestructuras por un valor equivalente al porcentaje del producto interior bruto (PIB) catalán en relación con el PIB del conjunto del Estado. Lo que habría comportado a Cataluña, por ejemplo, una partida de 661 millones de euros en 2014. Aunque el propio Tribunal Constitucional (TC) ya evidenció en su momento que una ley autonómica no puede condicionar las finanzas estatales.
Infraestructuras prioritarias
El caso es que entre otras propuestas concretas en el programa de Podemos como la mejora de las Cercanías catalanas, la red ferroviaria en comarcas de montaña o la autovía Lleida-Pirineos, estos casi 4.000 millones servirían para ejecutar otras obras clave. Las más prioritarias serían el Corredor Mediterráneo, los nuevos accesos viarios y ferroviarios al Puerto de Barcelona, además de dar un impulso definitivo a la red de Cercanías.
Tanto los 4.000 millones como el referéndum, son promesas que podrían convertirse en una losa sobre el futuro de Pablo Iglesias, equivalente al "apoyaré al Estatut" de José Luis Rodríguez Zapatero.
