El plan de choque de rescate social que pedía el ex diputado de la CUP, David Fernández, en un artículo a cambio de los dos votos necesarios para investir a Mas president ya está aquí. El líder de CDC, Artur Mas, está dispuesto a hacer y prometer lo que sea con tal de volver a presidir el Palau de la Generalitat.
Las negociaciones entre ambos siguen tensionadas hasta el punto de que la CUP exige que éstas se graven y se pongan a disposición de la presidenta del Parlament, Carme Forcadell. Aunque uno de sus diputados, Benet Salellas, dice que están en una "fase resolutiva". Pero para acabar de convencer a la formación de cara a su asamblea el próximo 27 de diciembre, proponen tres medidas que se podrían ejecutar de inmediato.
En primer lugar, grantizar la total cobertura alimentaria de los niños con pobreza infantil, aplicar la ley contra la pobreza energética, y por último, asegurar un inmueble a familias desahuciadas. En caso de que se aprobaran los presupuestos, es decir que hubiera gobierno con Mas investido, entre otras medidas se volvería a "considerar" una renta mínima de inserción.
JxSí asegura que se cumplirá
Como promesa a largo plazo y que con el tiempo puede quedar en papel mojado, en caso de "conseguir la soberania suficiente", se aplicarían medidas como la dación en pago y se aumentaría un 35 por ciento el salario mínimo interprofesional hasta los 1.000 euros mensuales_(actualmente es de 648,60).
También se reinstauraria el impuesto a la banca y un impuesto verde que gravaría las emisiones contaminantes. Todas estas medidas son posibles de pagar, según el candidato de CDC a las generales, Francesc Homs, "gracias al buen trabajo del govern en los últimos años".
Sin embargo, la CUP sigue reclamando "revertir privatizaciones", como la de Aigües Ter-Llobregat(ATLL), una operación que Homs cifró en 300 millones de euros.