El presidente de la Generalitat, Artur Mas, fue tajante y replicó al ministro de Hacienda Cristobal Montoro, con "ampliar la base independentista? y "hacer más irreversible el proceso". Estas advertencias se las transmitió con un aviso directo a Montoro, al que le dijo, "está jugando con fuego", y señaló que si España añadiera a su deuda infraestructuras deficitarias "como el Castor, las radiales de Madrid, o el AVE", su déficit crecería "y le sacarían los colores en Europa".
Mas comparó la "agresión institucional" que está sufriendo la Generalitat por estar intervenida por el Estado con las "agresiones de género y físicas", y dijo que el equipo jurídico de la Generalitat buscará vías para recurrir y denunciar. También calificó como "castigo" por que el 47 por ciento de los catalanes votó a favor de la independencia.
En cuanto a los 1.300 millones que el Gobierno acusó de ocultar, el líder de CDC reiteró que es "mentira" y que esos millones se han añadido ahora por un ajuste contable del Eurostat. Esos 1.300 millones se dedicaron según Mas a financiar centros penitenciarios y carreteras.
El jefe del ejecutivo catalán no hizo ningún tipo de autocrítica y culpó nuevamente al Estado español de no pagar, y aseguró que "si hay problemas a final de mes con las residencias, proveedores y farmacéuticos, es porque el gobierno español no activa en el momento que lo tiene que hacer el dinero para pagar a estos proveedores". Este argumento lo justificó con que el Gobierno es quien tiene "el poder y quien puede financiarse", y que "Cataluña no puede acceder a los mercados?. Olvidó que una de las condiciones implícitas del FLA es no poder financiarse por otras vías, y que si se accede al Fondo de Liquidez Autonómico es precisamente por las dificultades de Cataluña para financiarse por si sola.
Negociaciones con la CUP
Mas no se mostró demasiado eufórico, de hecho, su discurso fue más bien escéptico en cuanto a las negociaciones con la CUP, de las que dijo , que ?están en marcha?, pero no dijo que fueran en sentido positivo.