Cataluña

Mas disolverá Convergència para 'olvidar' la corrupción y apostar por la independencia

  • Homs quiere que el actual 'president' sea de nuevo líder, pese a que éste prometió retirarse

El proceso independentista se está cobrando víctimas políticas cada día que pasa, ya sea con destituciones, dimisiones, disoluciones o coaliciones. La última, el partido hegemónico por excelencia de la historia política catalana: Convergència Democràtica de Catalunya.

Para CDC, de nada sirven sus 41 años de historia, de los que 28 ha estado en el poder. Su líder actual, Artur Mas, lo dejó claro el domingo en el mitin de presentación de Democràcia i Llibertat (siglas con las que CDC se presenta a las elecciones generales), su objetivo es "crear un nuevo partido para dejar de lado lo que ya no sirve".

Los motivos a los que la cúpula de Convergència alude para enterrar las siglas es la refundación del partido, que según el coordinador de CDC, Josep Rull, no responde a los casos de corrupción.

Lo cierto es que dicha refundación empezó justo después de que el fundador y líder histórico de la formación, Jordi Pujol, confesara haber evadido impuestos con cuentas en el extranjero. Esta decisión se ha producido tras una semana complicada para CDC, con la situación de bloqueo que vive Mas para acceder a la presidencia y la salida de una figura con mucha trayectoria, como Antoni Fernández Teixidó, que criticó la deriva que ha tomado en los últimos tiempos.

Los registros en las sedes de Convergència en el marco del caso del 3 por ciento, además de las reiteradas detenciones de miembros del partido, como la de su tesorero Andreu Viloca (que se reincorporó a sus funciones tras salir de la cárcel previo pago de una fianza), han provocado la defunción del partido. El candidato a las generales de CDC, Francesc Homs, descartó coger las riendas del nuevo partido y propuso a Artur Mas como líder, pese a que éste prometió que tras esta legislatura se retiraría.

De centro y secesionista

Rull dio algunas de las claves de la nueva CDC, será "un gran partido de centro" que espera captar a "gente moderada y de orden", que es partidaria de la secesión.

Las víctimas de la deriva soberanista catalana son muchas: Alicia Sánchez-Camacho, Pere Navarro, Ramon Espadaler, Joan Herrera, y tras ruptura de CiU con Unió como partido residual, Convergència tampoco sobrevivirá al procés.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky