El Port de Barcelona vive uno de los momentos más dulces de los últimos años. Tras dejar atrás la crisis económica, la instalación ha superado los registros de exportación de 2008, los más altos de su historia. Su presidente, Sixte Cambra , afronta ahora el reto de mantener lo logrado y seguir dotando a la instalación de las infraestructuras necesarias que le permitan competir con los grandes puertos del norte de Europa: Hamburgo, Amberes y Rotterdam. Lee la entrevista completa gratuitamente en la Revista elEconomista Catalunya
Por primera vez las cifras de tráfico del Port de Barcelona superan a las alcanzadas antes de la crisis económica. ¿Cuáles son los últimos datos disponibles?
Entre enero y julio de este año, el tráfico de contenedores en el Port de Barcelona se ha situado en 1.115.596 TEU -un TEU equivale a un contenedor de 20 pies-, con un incremento del 5 por ciento. Los contenedores de exportación continúan creciendo con un aumento del 9 por ciento y un total de 365.956 TEU transportados. En cuanto a la carga contenerizada de importación, el incremento ha sido un punto superior al de exportación, del 10 por ciento, con 283.593 TEU vehiculados. Estos datos confirman el esfuerzo que realizan las empresas de nuestro entorno para salir al exterior -exportación-, pero también la reactivación del consumo interno -importación-. En cuanto al tráfico total, el Port ha registrado un volumen de 27,2 millones de toneladas de mercancías, una cifra un 0,6 por ciento superior a la del año pasado.
¿La instalación también se ha beneficiado del aumento de la producción y venta de automóviles en España?
Sin duda. El tráfico de vehículos es estratégico para nosotros. En estos siete primeros meses de 2015 ha registrado incrementos de dos dígitos. Con un total de 517.688 unidades transportadas, el tráfico de automóviles ha subido un 15 por ciento.
Otro indicador de la mejora de la coyuntura económica es el aumento del tráfico de camiones por las carreteras. ¿Han notado ustedes también un aumento de los camiones que utilizan las denominadas autopistas del mar?
El tráfico de mercancías de las autopistas del mar -líneas de carga y pasaje que conectan Barcelona con Italia y el Norte de África- ha aumentado un 18 por ciento hasta julio, con 80.848 UTI transportadas -una UTI, unidad de transporte intermodal, equivale a un camión, plataforma o remolque-. Es una actividad de la que estamos especialmente orgullosos.
¿Por qué?
Los servicios de transporte marítimo de corta distancia que enlazan Barcelona con Italia y el Norte de África han transportado un total de 1.059.285 UTI entre 2004 y 2014. Es decir, que gracias a estos servicios en la última década, más de un millón de camiones han sido desviados de la carretera hacia el modo marítimo, lo que representa una descongestión de las vías terrestres y una mejora medioambiental por la reducción en el volumen de emisiones de CO2 y gases contaminantes respecto al modo terrestre. El Port de Barcelona dispone actualmente de servicios diarios que conectan la ciudad con varios destinos italianos: Génova, Civitavecchia (Roma), Livorno, Savona y Porto Torres (Cerdeña). El Puerto también tiene servicios regulares con Marruecos (Tánger) y Túnez, así como estacionales con Argelia (Argel y Mostaganem).
Si algunos tráficos crecen dos dígitos, hay algunos que tienen comportamientos negativos, ¿no?
Los sólidos a granel se han situado en 2,5 millones de toneladas, con un descenso del 10,5 por ciento, motivado por la bajada de las exportaciones de cemento y de las importaciones de haba de soja. En cuanto a los líquidos a granel, se han manipulado casi siete millones de toneladas de mercancía, con un ligero descenso del 8 por ciento, debido principalmente al retroceso del gasóleo y los biocombustibles. En cambio, la manipulación de gasolina continúa su tendencia alcista con un incremento del 61 por ciento para las operaciones de transbordo, que consolidan al Puerto de Barcelona como hub de distribución de productos petrolíferos en el Mediterráneo.
Finalmente queda el tráfico de pasajeros y cruceristas...
Durante los siete primeros meses de 2015 el Port de Barcelona ha aumentado un 6 por ciento su tráfico de pasajeros con 1,9 millones de personas que han embarcado o desembarcado en la instalación catalana. De estas, 1.289.706 personas viajaron en cruceros turísticos, lo que supone un incremento del 7,5 por ciento respecto al año pasado; mientras que el resto, 606.758 pasajeros, hicieron uso de los ferries de línea regular que también crecen un 3 por ciento.
La multinacional del sector Carnival construirá una nueva terminal para cruceristas. ¿Cuál será su inversión?
Carnival, el primer operador de cruceros del mundo, invertirá unos 30 millones de euros en la construcción de esta terminal, la segunda del grupo en Barcelona. Con 11.500 metros cuadrados de superficie construida, será la terminal de cruceros más grande de Europa y atenderá los barcos de siete de las diez marcas de cruceros que conforman el grupo Carnival. Las obras empezarán el año que viene a fin de que la terminal esté operativa el año 2018. Nuestras previsiones indican que a partir de 2016-2017 volverá a haber un gran crecimiento de cruceristas.
Pues la nueva alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha dicho que existe un exceso de cruceristas en la ciudad.
Nosotros consideramos que la actividad económica que generan los cruceristas beneficia, tanto al país, como a la ciudad de Barcelona. Para demostrarlo hemos encargado un estudio completo a la Universidad de Barcelona en el que se cuantifiquen, tanto las ventajas, como los costes que esta actividad genera. El Port es una entidad pública y yo no haría nada en contra del interés público. Mi intención es que sigamos siendo el primer puerto de cruceristas del Mediterráneo, pero dicho esto estamos dispuestos a hablar y negociar cualquier tema con la alcaldesa.
¿También la apertura al público de Marina Port Vell, tal y como reclaman los vecinos de la Barceloneta?
Marina Port Vell es una concesión privada sobre una zona del puerto. Anteriormente a las últimas obras tampoco estaba abierta. Con el nuevo proyecto hemos intentado integrarla visualmente lo máximo posible en el Moll de España, pero es una inversión y un recinto privado. Hay pocos caminos para revisar una concesión de este tipo.
¿Es un buen momento para las inversiones privadas en el puerto de Barcelona?
El volumen de inversiones privadas en desarrollo o planificadas para 2015 asciende a 278 millones de euros. Las actuaciones más relevantes son la fase dos de la terminal de contenedores Barcelona Europe South Terminal (Best) del grupo chino Hutchinson, con 150 millones; la nueva terminal de carga de potasa de la multinacional israelí ICL, con 70 u 80 millones; la nueva Marina Vela, con 30 millones; la Terminal E de cruceros de Carnival, con 30 millones; y el traslado de la terminal polivalente Port Nou al muelle Adossat, con 4,2 millones.
¿No ocurre lo mismo con la inversión pública?
Este año las principales inversiones públicas en marcha o previstas por la Autoridad Portuaria de Barcelona suman 56,8 millones. Las obras más destacadas son las relacionadas con la ampliación de la terminal Best, las actuaciones en el muelle Álvarez de la Campa -relacionadas con la futura terminal de ICL-, la vialidad del nudo Sur y el paso elevado del vial Prat -en la zona de la ampliación del puerto-, y el nuevo acceso ferroviario. La convocatoria de licitación de este nuevo acceso ferroviario ya está aprobado. Supondrá una inversión de 23 millones y el plazo de ejecución de la obra se ha fijado en 10 meses.
Me refería a los accesos viarios y ferroviarios externos al puerto que son competencia del Ministerio de Fomento y que pueden convertirse en un cuello de botella para la salida de las mercancías que llegan a Barcelona.
Los accesos viarios son un proyecto que está ejecutando el Ministerio. Se puso la primera piedra en diciembre de 2014 y la programación presupuestaria que tiene es larga, porque va desde el año 2015 al 2018, pero las dotaciones mayores están fijadas para los dos últimos años. Si se cumplen los plazos, los accesos deberán estar en funcionamiento a principios de 2019, lo que facilitará la llegada de los miles de camiones que cada día entran y salen del puerto de Barcelona. Mejorará nuestra competitividad, pero, sobre todo, mejorará la movilidad de la zona sur del Puerto de Barcelona que actualmente está congestionada.
¿Y los ferroviarios? Todavía no están licitados...
En septiembre de 2013 celebramos un acto formal en el que firmamos un protocolo en el que acordamos que el coste de las obras se pagaría al 50 por ciento por parte del Port de Barcelona y del Ministerio de Fomento a través de Adif. Las obras debían licitarse antes de acabar 2013, pero no se hizo así y a día de hoy todavía no se han licitado. Los problemas que desde el Ministerio nos transmiten son que es necesario firmar dos convenios: uno de financiación del proyecto y otro de traspaso de la titularidad de las vías actuales que son titularidad de la Generalitat al Estado. Hay dos propuestas sobre la mesa y confío en que se firmen los dos convenios este mes de septiembre.
¿Existe un bloqueo político de este proyecto por el enfrentamiento que mantiene la Generalitat de Catalunya con el Gobierno del Estado?
A mí no me consta. Los problemas que el Ministerio alega son técnicos, pero lo cierto es que el proyecto todavía no se ha licitado.
¿Está perdiendo oportunidades el Port por la ausencia de estos accesos ferroviarios?
Hoy por hoy trabajamos con total normalidad y no estamos perdiendo ninguna oportunidad. Todas las terminales tienen una salida ferroviaria para sus cargas, pero las perspectivas a medio plazo sí que son preocupantes si no se ponen en marcha estos accesos lo más pronto posible. Sin esa licitación la capacidad del puerto podría llegar a colapsarse.
El Port y la Generalitat acaban de anunciar la construcción de una terminal para embarcar directamente los camiones sobre el tren...
Es un servicio de transporte combinado ferrocarril-carretera, donde los camiones embarcan directamente en el tren, son descargados en la terminal ferroviaria final y prosiguen la última parte de su recorrido por carretera. La construcción de la nueva terminal, de uso público, requerirá de una inversión pública de 33 millones de euros. La empresa de logística ferroviaria VIIa propone un servicio que conectará Barcelona con París en 2019 y hasta Alemania en 2020.
Para que esta iniciativa tenga éxito será necesario un mejor funcionamiento del Corredor Mediterráneo y buscar una alternativa al túnel de TP Ferro que se utiliza ahora para mercancías ¿no?
Sí. Nosotros confiamos en que se utilice la actual vía de Figueras-Port Bou para el paso de mercancías.
Para acabar, usted que ha sido senador por CiU y ahora es presidente del Port por nombramiento de Artur Mas ¿cómo contempla la posible independencia de Catalunya y su salida del euro?
En los círculos empresariales, la salida de Catalunya de la zona euro no es ni planteable.