
El 3 de julio de 1965, el grupo más legendario de la Historia de la Música, los Beatles, se alojó en el Avenida Palace con motivo de la actuación del cuarteto en Barcelona. La suite, en la actualidad, remodelada y decorada con toda la iconografía que generó aquella visita, se ha convertido en un santuario, en un homenaje al cuarteto de Liverpool, en el espacio Beatles que confiere al hotel un buqué de exotismo romántico.
Las paredes están revestidas con las crónicas de los periódicos de la época acerca de la estancia de los Beatles en la ciudad. En una de ellas descansa la réplica de un bajo que perteneció a Sir Paul Mc Cartney. Así tambien, presidiendo la habitación se encuentra un mural vinilo con la ya icónica foto del cuarteto de Liverpool en Abbey Road.
Pero en realidad, la que es actualmente la Beatles Suite era el salon contiguo a los dormitorios, donde se reunía la mítica banda en sus ratos libres y desde donde saludaban a los miles de fans que se congregaban en la Gran Vía barcelonesa.
Espaciosa, nostálgica, funcional, modernizada. Un capricho para fans y para quienes persiguen acercarse a sus mitos.
El proyecto de la reforma de la Beatles Suite ha sido diseñado por el arquitecto Cristobal Diez Sánchez (Premio Nacional de Arquitectura y Paisaje 2004).
Historia de un Hotel con historia
1952 fue testigo del nacimiento de un gran hotel: el Avenida Palace. Este emblemático establecimiento se construyó en el lugar en el que estaba situado el mítico salón de té y restaurante Casa Llibre. Su inauguración contó con la presencia de numerosas personalidades de la vida política, cultural y social de la época, entre las que destacó el obispo Modrego, encargado de inaugurarlo.
Su carácter elegante y señorial lo han convertido, a lo largo de los años, en el elegido por muchas celebridades que han visitado la ciudad. Ernest Hemingway, Joan Miró, Lizza Minnelli, han sido algunas, sólo algunas, de las innumerables personalidades que han sido huéspedes del hotel.
Pero sin lugar a dudas, la visita que más expectación generó fue la de los Beatles, (unos ?jóvenes, alegres y llenos de vida? según el Sr. Rojas, jefe de recepción en aquel 1965) que llegaban a Barcelona para dar el último concierto de su gira europea, en la plaza de toros Monumental, un histórico 3 de julio de 1965. En su honor se bautizó a la suite que ocuparon ?Beatles Suite?.
Desde sus primeros días, el hotel se integró en la estructura arquitectónica de la Gran Vía barcelonesa, incorporándose a ella como un nuevo símbolo que perdura en el tiempo.