El escenario político catalán ha dado un vuelco desde las últimas elecciones en 2012. Si Artur Mas dejaba clara que los del Sí se puede eran una amenaza para el independentismo -y para él-, la última encuesta asevera con rotundidad sus temores según una realizada por el Gabinet d'Estudis Socials i Opinió Pública (Gesop) para El Periódico.
Un hipotético frente de izquierdas integrado por ICV-EUiA, Podemos y Procés Constituent sería el principal rival de Artur Mas el próximo 27-S. Mientras la Lista del presidente liderada por Mas tendría entre 33 y 35 diputados; Catalunya en Comú, que buscaría reeditar el éxito de BComú de Ada Colau en Barcelona, le seguiría muy de cerca con 31 diputados.
No habría independencia
El otro protagonista que irrumpiría con fuerza en el mapa político catalán sería Ciutadans (C's), convirtiéndose en tercera fuerza parlamentaria y duplicando escaños (de 9 a 19). En cualquier caso, Esquerra Repúblicana (ERC) pierde fuelle en caso de que hubiera un frente de izquierdas. PSC y PP acabarían de hundirse y rozarían la insignificancia política con 8 y 7 diputados, respectivamente. La única buena noticia para Convergència es que su ruptura con Unió no le perjudicaría, ya que los democristianos serían la última fuerza con 6 representantes.
De modo que los partidos independentistas no conseguirían la mayoría absoluta que demandan en unas elecciones que pretenden ser un plebiscito. La suma de CDC, ERC y CUP se quedaría a un diputado de conseguir los 68 representantes que darían la llave a una posible declaración unilateral de independencia. Mas, por el momento, ya tiene su doble suspenso de final de curso, con una valoración de un 4,8 y la no respuesta de las asociaciones para ir juntos en su lista.