El consejo del próximo jueves podría tomar una decisión respecto a la oferta
Serio revés para los intereses de CaixaBank en Portugal. La oferta pública de compra de acciones del Banco Portugal de Investimento (BPI), anunciada por la entidad que preside Isidro Fainé, ha entrado en crisis incluso antes de formalizarse. La opa tenía dos condiciones y una de ellas ya no se puede cumplir. La primera de las condiciones era alcanzar un porcentaje superior al 50 por ciento del capital y la segunda eliminar el límite de voto del 20 por ciento que puede ejercer un accionista del banco. Esta última condición fue rechazada ayer por la junta de accionistas de BPI.
Actualmente CaixaBank es propietario del 44,1 por ciento del capital de BPI, pero sólo puede ejercer el 20 por ciento de los derechos políticos, lo que, de hecho, le impide hacerse con la gestión del banco. Durante la última junta de accionistas, la entidad española ya logró aplazar la votación sobre el levantamiento de los límites de los derechos políticos, con el objetivo de "explicar mejor su oferta a los accionistas minoritarios".
Sin embargo, sus argumentos parece que no han calado. Ayer en Oporto (Portugal) se reunió la junta de BPI para votar únicamente el levantamiento del límite y el resultado fue contrario a los intereses del banco español.
La oposición al levantamiento del límite lo lidera el segundo mayor accionista de BPI, Isabel dos Santos, hija del presidente de Angola, que posee los mismos derechos de voto que CaixaBank con sólo el 18,9 por ciento del capital. Mário Silva, el representante de Dos Santos en el consejo de BPI, señaló tras votar en contra del desblindaje de los estatutos que la opa de CaixaBank "no reúne las condiciones que fueron anunciadas para tener éxito. Diría que sí, que la opa murió".
Frente a la opa de CaixaBank, Dos Santos propone la fusión de BPI con el banco Banco Comercial Portugués (BCP), donde Sonangol, la empresa estatal de petróleos angoleños, es el principal accionista. Sin embargo, Mário Silva también reconoció que en estos momentos la fusión BPI-BCP no es factible, básicamente porque CaixaBank no es favorable a ella.
Frente a la posición de Dos Santos, el presidente de BPI, Fernando Ullrich, aseguró que la opa de CaixaBank "sigue viva". Algo que ayer fuentes oficiales del banco español ni confirmaron ni desmintieron. Lo más probable es que el consejo de administración de CaixaBank, previsto para el 25 de junio, tome un decisión al respecto.
Por el momento, ni el Banco Central Europeo ni el Banco de Angola han dado su autorización a la oferta que se registró en febrero, por lo que su retirada no tendría muchas dificultades.
Otra posibilidad es que CaixaBank de su brazo a torcer y aumente su oferta de 1,3 euros por acción hasta los 2,4 euros por título que exige Dos Santos. De hecho, la accionista angoleña ha convencido a los otros accionistas minoritarios del banco, como la familia Violas, de que pueden incrementar hasta ese nivel el precio de venta de sus acciones si hacen frente común.
El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ha advertido recientemente que si la opa no sale adelante podría vender la mitad de las acciones de BPI.