Cataluña

Laporta oficializa su candidatura con un Barça independentista como reclamo

  • Laporta quiere un Barça "de todos" pero con Catalunya como sustento

El ex presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, ha anunciado a través de un video que se volverá a presentar a los comicios presidenciales para ser de nuevo el mandamás de la institución azulgrana.

Tan carismático como polémico, Joan Laporta Estruch vuelve al ruedo de los despachos del mundo del fútbol tras un fallido paso por el mundo de la política. Su retorno era esperado por todos tras una carrera política que comenzó en estrella y acabó estrellada, pues no carburó lo suficiente por el nulo recorrido de su discurso político. Tras ser el artífice de los buenos resultados de Solidaritat per la Independència (SI) en las elecciones autonómicas de 2010, acabó como miembro independiente del ayuntamiento de Barcelona tras su salida fortuita del partido independentista.

El que hasta hace poco era considerado como "el presidente del triplete" (máximo aval que ya no le sirve con la última Champions en Berlín), se ha visto envuelto en polémicas de todo tipo. Desde fiestas donde el champagne y los puros corrían a pierna suelta hasta su imputación como responsable de la mala gestión que llevó al Barça a tener unas pérdidas de 47,6 millones de euros (a diferencia de los 11 millones que figuraban como beneficios). Juicio que finalmente ganó. Este caso se inició con la llegada de Sandro Rosell a la presidencia en 2010 (Rosell era el ex socio de Laporta en su primera etapa como presidente en 2003).

Las sospechas de falta de rigor y disparidades contables hicieron que Rosell se querellara contra la Junta de Laporta para que respondiera por la mala gestión ejercida que provocó que el club se encontrara en una situación financiera negativa.

Ahora Laporta quiere volver a saborear el placer de presidir una de las instituciones más poderosas de Catalunya por su impacto social y económico. Su mensaje es claro, quiere hacer un Barça de "todos" sustentado sobre el modelo "Cruyff, Masia, Catalunya y Unicef". Es decir, quiere proseguir con el Barça que dejó, claramente favorable a la independencia de Catalunya, y aupar su candidatura aprovechando los meses previos a las próximas elecciones catalanas del 27S.

Ante la falta de promesas deportivas, política

El mensaje que Laporta quiere lanzar es que la única vía para conseguir un Barça comprometido con el nou país, es votar a su candidatura, ya que tanto Rosell como Bartomeu siempre han mantenido distancias con el proceso soberanista a excepción de la cesión del Camp Nou para un concierto independentista.

Laporta sabe a qué juega, y lo hace desde el minuto uno. Se presenta aparentemente sincero y cercano, asegura que tiene "más experiencia y es sabedor de los defectos que tiene, que la mayoría ya conocen" tirando de la picaresca que siempre le ha caracterizado y que tantos adeptos ha tenido, y tiene.

El aval de Laporta era el triplete, Bartomeu también lo tiene ahora sumado a la continuidad de Luís Enrique y un Barça que ha hecho una temporada impoluta. Pero pese a que las elecciones se daban prácticamente por ganadas para la actual junta del Barça ante la desaparición de Laporta, su candidatura cambia el tablero de juego de forma radical. La campaña coge color y ante la falta de promesas deportivas ante un Barça que poco puede mejorar, adquirirá presencia lo extradeportivo, lo social, y sobre todo, lo político.

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