El sector de la construcción es el que peor parado ha salido de la crisis por el gran peso que tenía en la economía española (significaba el 22 por ciento del PIB en 2007). Sin embargo, tras interminables años de recesión donde se han destruido más de 2,5 millones de empleos, el sector comienza a vislumbrar la luz al final de un largo túnel, del que el salón Construmat quiere salir a golpe de ladrillo.
La tímida recuperación parece que comienza a escenificarse, pues, según un estudio de Euroconstruct publicado el pasado enero, el sector en España tiene unas previsiones de crecimiento del 1,8 por ciento en 2015, del 3,5 por ciento en 2016 y del 5 por ciento en 2017.
Un dato que no pasará inadvertido en el salón y que será el leitmotiv para explorar nuevas vías de negocio, además del de la vivienda. En palabras del propio presidente del comité organizador, José Miarnau, la ansiada recuperación es "tímida", pero "real".
El salón, que se presentó en sociedad la semana pasada y que este año pasará a llamarse Beyond Building Barcelona, se celebrará desde hoy hasta el próximo sábado 23 en el recinto de Gran Vía de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona). Miarnau presentó con optimismo esta nueva edición, tras dos años como 2013 y 2014 "difíciles", y añadió que a partir de ahora "las cosas empiezan a cambiar".
650 marcas representadas
Construmat duplicará en esta edición la apuesta por nuevas oportunidades de negocio, como las que se pueden encontrar en innovación, rehabilitación, sostenibilidad y diseño. El objetivo para el resurgir del sector es que su recuperación pasa por adaptarse a las nuevas realidades y por continuar buscando negocio en el extranjero.
En este sentido, el salón habilitará espacios donde se mostrarán desde ejemplos de construcción de casas con impresoras de tres dimensiones, hasta el uso de robots para construir edificios. En esta edición, este salón bianual, que organiza Fira de Barcelona, contará con 300 expositores y 650 marcas representadas, frente a los 311 expositores de 2013, aunque entonces había menos marcas, un total de 525.
Respecto al número de visitantes, el director del salón, Jaume Domènech, recordó que en 2013 se alcanzaron los 49.500, y aseguró que en 2015 se espera rebasar esa cifra en al menos un 12 por ciento, ya que este año el salón estará abierto durante sus dos últimos días al público general.
Con el fin de acercar las oportunidades de negocio a las empresas del sector, Construmat volverá a organizar este año el llamado Foro Contract, que da a conocer proyectos de obra nueva o de rehabilitación.
Se presentarán en total 217 proyectos, 145 de ellos internacionales y los otros 72 nacionales, una cifra superior a la de 2013, y como es habitual se desplazarán a Barcelona misiones comerciales de varios países, entre ellas una del Ministerio de Vivienda de Brasil y otra del Ministerio de la Construcción de Cuba, un país que ofrece "claras" oportunidades de negocio, según indicó Jaume Domènech.
Recuperar inversión pública
El salón aspira a recuperar paulatinamente la inversión pública, que ha desaparecido prácticamente durante los años de recesión. Haciendo balance de los años de crisis, Miarnau lamentó la "poca ayuda pública y el poco compromiso" de las administraciones públicas con un sector que actualmente está "a la cola" de Europa en inversión pública.
En la misma línea, Miarnau recriminó a la administración central la poca inversión pública y pidió que se recuperen niveles de inversión "racionales" y "ordenados" por el peso que tiene en la generación de empleo y que por cada euro invertido en él las administraciones recuperan 70-80 céntimos vía ingresos fiscales. Con todo, Miarnau asumió que, "hoy por hoy", este escenario de incipiente recuperación en el sector se está produciendo sin el respaldo de la inversión pública y con una exigua financiación privada, aunque "los fondos de inversión" sí que están apostando por la construcción y la banca "poco a poco" está abriendo el grifo de la financiación, celebró.
Con toda la coyuntura aparentemente positiva respaldada por datos y estudios externos, Construmat también aprovechó para presentar un informe, elaborado por el catedrático de Economía Aplicada José María O'Kean, que sostiene que el ajuste en el sector de la construcción "ha terminado", pero que apunta que deberá adaptarse a tendencias como las ciudades inteligentes (smart cities), las necesidades de una población cada vez más envejecida o bien a la edificación sostenible.
Este documento también se hace eco de las previsiones de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas), que augura un crecimiento para la construcción en España del 5,1 por ciento en 2015 y del 4,5 por ciento en 2016.