La Caixa logró ayer que la junta de accionistas del Banco Portugués de Inversiones (BPI) celebrada en Lisboa decidiera aplazar la votación sobre el cambio de estatutos que propone CaixaBank en el marco de su opa sobre esta entidad financiera. El banco español es el principal accionista del BPI con el 44,1 por ciento de los títulos, pero sólo puede ejercer el 20 por ciento de los derechos políticos debido al blindaje estatutario que ahora pretende eliminar.
La segunda accionista de BPI es la angoleña Isabel dos Santos, que posee una participación del 18,6 por ciento de las acciones y que se opone al levantamiento del blindaje, que facilitaría la toma de control por parte de CaixaBank. De hecho, fue ella la que logró introducir en el orden del día de la junta ordinaria de accionistas la votación sobre este punto.
Junta aplazada parcialmente
Sin embargo, durante la junta de accionistas, el presidente de BPI, Artur Santos Silva, propuso el aplazamiento de la votación sobre el blindaje hasta el próximo "día 17 de junio a las 10 de la mañana". La propuesta de aplazamiento fue votada y aprobada por sólo el 57 por ciento de los accionistas presentes y representados. El resto de puntos del orden del día fueron aprobados por el 99 por ciento de los accionistas, lo que significa que probablemente Isabel dos Santos y el grupo de accionistas que lidera votaron contra el aplazamiento.
Técnicamente, lo que se aprobó fue el aplazamiento de esta votación para mediados de junio, por lo que no hará falta la convocatoria de una junta extraordinaria como pretendía hacer CaixaBank.
Con esta decisión, el banco que preside Isidro Fainé consigue que los accionistas de BPI no tengan que pronunciarse sobre el blindaje hasta que CaixaBank haya presentado el folleto de su opa sobre el cien por cien del capital para informar al resto de accionistas.
