
La implantación de un nuevo impuesto no suele tener buena acogida entre los ciudadanos y los sectores afectados. Y no fue una excepción cuando la Generalitat anunció a finales de 2011 la creación de un nuevo impuesto sobre estancias en establecimientos turísticos de Catalunya, conocido como la tasa turística, que entró en vigor el 1 de noviembre de 2012.
En un primer momento no tardaron en aparecer las voces en contra y el sector turístico mostró un rechazo frontal ante esta medida que repercute en el precio final y discrimina a los alojamientos catalanes frente a los del resto de España. Dos años después de su implantación, las posturas críticas se han ido rebajando y los principales actores del sector la ven con buenos ojos.
A través de esta tasa, que el ejecutivo de Artur Mas puso en marcha con el propósito de nutrir un fondo para fomentar y promocionar el turismo de Catalunya, la comunidad catalana ha recaudado más de 82 millones de euros. La principal crítica que recibió esta medida antes de su entrada en vigor -que supondría un freno para los turistas ya que encarece el precio final de la estancia en un establecimiento turístico- se ha ido disipando y se ha comprobado que no afecta a las pernoctaciones.
Catalunya es uno de los principales destinos escogidos tanto por los residentes en España (junto con Andalucía, Comunidad Valencia y Madrid) como por los turistas extranjeros -como también ocurre con Canarias e Islas Baleares-, según se desprende del informe de Coyuntura Turística Hotelera del Instituto Nacional de Estadística (INE) con datos del año 2014. Las pernoctaciones en establecimientos hoteleros de Catalunya han crecido en los últimos años a pesar de la implantación del impuesto a las estancias turísticas. El último año se registraron más de 50 millones de pernoctaciones en la comunidad catalana, lo que supone un aumento anual del 1,5 por ciento y un crecimiento del 3,4 por ciento respecto a los datos del año 2012 (48,4 millones de pernoctaciones). El Gremio de Hoteles de Barcelona considera que la tasa turística "puede ser positiva si repercute en una mejora del impacto que el turismo puede ejercer sobre algunos lugares de la ciudad y, por tanto, mejorando la convivencia entre vecinos y turismo".
Destinar los ingresos al desarrollo de infraestructuras
Poder revertir las ganancias del turismo a mejorar la calidad de vida de los vecinos y preservar el destino es uno de los reclamos de la ciudad de Barcelona, que ha trabajado junto a la Generalitat para conseguir este objetivo. A partir de este año los ayuntamientos, que gestionan el 30 por ciento de la recaudación de la tasa turística, podrán destinar estos ingresos al impulso del turismo sostenible; al fomento, creación y mejora del producto turístico y al desarrollo de infraestructuras relacionadas con el turismo, además de la promoción turística. En los dos primeros años de su implantación, las Administraciones locales sólo han podido hacer promoción turística con los beneficios de este tributo, que ahora se puede ampliar a otros ámbitos de actuación, como la mejora de infraestructuras.
"En una primera fase ha sido positivo destinar la recaudación de este impuesto a hacer promoción para atraer a los turistas y el hecho de que ahora también se puedan invertir los ingresos en otras actuaciones para
mejorar la competitividad urbana de los municipios es una buena opción que llega a su debido tiempo", valora el director del Patronato de Turismo de Lérida, Jordi Blanch.
Una vez ampliado el abanico de opciones en los que se pueden invertir los recursos provenientes del impuesto, el consistorio barcelonés ha aprobado un paquete de proyectos enfocados a impulsar la descentralización del turismo de la ciudad y para la protección de los recursos turísticos. Entre estos proyectos que se financiarán con las ganancias de la tasa turística se encuentra la mejora del alumbrado público de los alrededores del Mercado de Sagrada Familia, con un presupuesto de 108.282 euros, y en la instalación de identificadores en las viviendas de uso turístico legales que permitan proporcionar información, dotado con 72.280 euros.
Trato diferencial a la capital catalana
La capital catalana ya recibía un trato diferencial respecto al resto de consistorios catalanes, ya que gestionaba el 34 por ciento de los ingresos generados en Barcelona, en lugar del 30 por ciento que se destina al resto de Administraciones locales. Del total de la recaudación, el 70 por ciento restante lo gestiona la Generalitat a través de la Agencia Catalana de Turismo. "Entendemos que perdemos capacidad de decisión particular para ganar a nivel global de promoción en Catalunya, que se concentra en políticas globales que nos benefician a todos", argumenta Blanch.
A partir de este año, el Ayuntamiento de Barcelona pasará a gestionar el 48 por ciento de la recaudación de la tasa turística tras el acuerdo alcanzado con el Govern, lo que implica que la Generalitat le otorgue 2 millones de euros adicionales anuales. "Un euro es irrelevante, mientras que la suma total es significativa y está sirviendo para hacer más y mejor promoción", argumenta Jordi William Carnes, director general de Turismo de Barcelona.
La marca Barcelona, que incluye Barcelona, Badalona, Hospitalet de Llobregat, Santa Coloma de Gramanet y Sant Adrià del Besòs, concentra el 52,8 por ciento del total de la recaudación, con 21,4 millones de euros en 2014. La marca Costa Brava -integrada por los municipios de Lloret de Mar, Blanes, San Feliu de Guíxols, Palamós y Rosas, entre otros- es la segunda que más ingresos consigue (7,1 millones), seguida de la Costa Dorada (Tarragona), que consiguió unos ingresos de 5,4 millones en 2014. Por otro lado, las marcas que menos recaudaron el último año fueron Terres de Lleida (209.522 euros) y Vall d'Aran (385.963 euros).
Tal y como explica el director del Patronato de Turismo de Lérida, Jordi Blanch, en esta provincia consiguen poca recaudación porqué predomina el turismo doméstico integrado por familias con niños y estos últimos no pagan la tasa turística, que solo abonan los mayores de 16 años.
En la ciudad de Barcelona, los hoteles de cinco estrellas y cruceros deben facturar a sus clientes 2,25 euros por noche; los de cuatro, 1,10 euros, y en el resto de establecimientos -turismo rural, apartamentos turísticos y camping-, 0,65 euros; mientras que en el resto de Catalunya los hoteles de cinco estrellas y cruceros cobran 2,25 euros, los de cuatro estrellas, 0,9 euros y el resto de locales 0,45 euros. Blanch destaca que "a lo largo de este tiempo de implantación se ha comprobado que no afecta negativamente a nivel de imagen y supone una cantidad asumible para los turistas". Además, añade que se ha convertido en una herramienta importante para muchos municipios, ya que supone una fuente de ingresos extra para hacer promoción, lo que ayuda a mejorar la competitividad".
En Lérida, el Patronato de Turismo engloba las marcas de Terres de Lleida, Val d'Aran y Pirineos y se encarga de gestionar su promoción, aunque los ingresos de la tasa los gestiona cada municipio. Los consistorios que no logren los 6.000 euros de recaudación anual, el importe que consigan lo pasa a gestionar el Consejo Comarcal y no el ente local.
Otro destino que hace promoción conjunta es Val d'Aran, que quiere vender una marca única de destino de montaña y por eso desde un principio el Consejo General de Aran negoció con los municipios para analizar cómo trabajar de forma conjunta para beneficiar al territorio. En esta zona, los municipios traspasan los ingresos procedentes de la tasa turística al Consejo General de Aran y a través del Patronato de Promoción Turística se gestionan los recursos. Además, del 70 por ciento que gestiona la Generalitat procedente de los ingresos de la tasa turística generados por los municipios de la zona, cede al Patronato de Promoción Turística de la Val d?Aran el 20 por ciento.
Tal y como defiende Anna Díaz, consejera de Turismo del Consejo General de Aran, "los ingresos de la tasa turística suponen capacidad económica adicional para ser más competitivos".
Proyectos financiados con la recaudación
Con los ingresos procedentes de la tasa turística, la Generalitat compensa las pérdidas del circuito de Barcelona Catalunya, ubicado en Montmeló, que en 2013 recibió una aportación de seis millones procedentes de la Generalitat y el Real Automóvil Club de Cataluña (Racc), propietarios junto con el Ayuntamiento de Montmeló de las instalaciones. Con la recaudación de este impuesto, el Govern también ha destinado cuatro millones a la renovación de la planta hotelera de Catalunya, así como 3,8 millones a una nueva campaña turística. Las campañas de publicidad y promoción turística de Catalunya, un plan de promoción del enoturismo, una línea de ayudas para rehabilitar la planta de alojamiento hoteleros y la inversión en el circuito de Barcelona- Catalunya son algunas de las acciones en las que la Generalitat ha invertido parte de la recaudación de la tasa.
No es la primera vez que una comunidad española grava las noches de hotel con un impuesto. El Gobierno Balear propuso la implantación de una itasa con un valor medio de un euro al día por cada turista que visitara las Islas Baleares, conocido como ecotasa, que estuvo en vigor durante los años 2002 y 2003 y consiguió recaudar más de 60 millones de euros.
Países como Francia, Italia, Marruecos o Estados Unidos tienen en vigor este tipo de impuesto, que en algunos casos se aplica al hotel, pero en otros grava el propio viaje o entrada y salida del territorio.