Diez ediciones del mayor congreso de telefonía móvil del mundo han servido no sólo para aupar a Barcelona entre las grandes capitales europeas de congresos, sino también para colocara la capital catalana entre las que marcan la agenda del sector tecnológico.
La irrupción del Mobile World Congress (MWC) en 2006 ha supuesto el desarrollo de un sectorque hace una década era prácticamente inexistente. Al calor del Mobile, han surgido una serie de empresas relacionadas con el sector tecnológico, que van más allá de ofrecer servicios y aplicaciones al sector móvil. Una revolución que ha ayudado a florecer en la capital catalana una de las industrias de videojuegos más importantes de Europa así como fomentar un espíritu emprendedor que se traduce en la creación de un gran número de start ups. En la actualidad, existen en Barcelona y sus alrededores un total de 2.000 empresas vinculadas al sector de las tecnologías y la telefonía móvil, que emplean a más de 40.000 trabajadores. Es además, el sector que más inversión extranjera atrae.
Para Oscar Pallarols, director de Smart Living de Mobile World Capital Barcelona, es indudable que la palanca de crecimiento para este sector ha sido el Moblile World Congress, especialmente apoyado en el hecho de que la Ciudad Condal además ostenta el título hasta 2018 de capitalidad mundial del móvil. "Barcelona está en el radar de las grandes empresas, que la tienen en cuenta para sus encuentros corporativos, como HPo Cisco, que han celebrado aquí congresos mundiales. También es el caso de la consultora Gartner, que celebra aquí su simposio anual", apunta. El MWC ha sabido estimular, en su opinión, la creatividad de los emprendedores y a un grupo de "profesionales inquieto y bien formado".
Otro de los ámbitos en los que la capital catalana es un referente es en del comercio electrónico, según apunta Pallarols, con una actividad alrededor de empresas como Privalia, Letsbonus o Edreams. "El crecimiento del comercio online se va a duplicar en Europa y el motores estrictamente el móvil. Se abandona el navegador", apunta. Pese al tejido tecnológico que existe, ninguna de las grandes tecnológicas de California como Twitter o Facebook han apostado por abrir un centro en Barcelona. "Por supuesto que tendría un gran impacto que compañías de esta envergadura como Google decidiera establecerse aquí, aunque para ello debe haber masa crítica en el territorio y hacer las cosas bien. Yo creo que habrá alguna oportunidad", recalca. En su opinión, para estar en el radar de estas empresas hay que contar con start ups de calidad, un espíritu emprendedor y profesionales cualificados. Para el representante de la Mobile World Capital, la capital catalana ya está jugando en la misma liga de ciudades como Tel Aviv, Berlín, Londres o Helsinki. Y para fomentar el espíritu emprendedor se ha desarrollado el congreso 4YFN, en paralelo a la celebración de Mobile World Congress, que se dirige a empresas emergentes, incubadoras, inversores y aceleradoras de todo el mundo.
De hecho, el efecto mobile, según confirman diversas empresas, les ha influenciado para instalarse en Barcelona, en detrimento de otras ciudades. Es el caso de la francesa Ikomobi. Esta compañía ayuda a las empresas a sacar partido de la tecnología para mejorar la comunicación con sus clientes. Según Daniel Viniegra, su director general para España y Portugal, la celebración del Mobile y el carácter emprendedor del tejido local "hace que Barcelona sea estratégica por todo lo que se mueve". Así, destaca la colaboración público privada en la ciudad, que hacen que esta interacción sea "un modelo único". En la capital catalana, además, encuentran un entorno que les permite hacer colaboraciones con otras empresas.
Mytaxi es otra compañía para la que también ha sido importante la celebración del Mobile, aunque admiten que Barcelona es una de las principales ciudades europeas en las que invertir por otros aspectos como el flujo de turistas, los centros de formación, las facilidades para encontrar talento o el clima. Con el MWC, "es importantísimo estar aquí. Nuestro modelo de negocio es muy de teléfono inteligente, integrado en plataforma de big data y de comercio electrónico", apunta Antonio Cantalapiedra, director general MyTaxi España.
Líder en videojuegos
Pero si hay un sector donde Barcelona despunta es el de los videojuegos. La ciudad es un vivero de empresas de videojuegos y social games, con estudios líderes como King, los creadores del juego Candy Crush, Digital Legends, Akamon o Social Point. Estos grandes conviven con estudios más pequeños, lo que eleva la suma de desarrolladores a cerca de 70. Barcelona, que concentra el 27,1 por ciento del tejido empresarial del sector del videojuego, se ha convertido desde hace cuatro años en el lugar escogido por Gamelab para celebrar su cita anual, que el año pasado concentró más de 800 empresas. El ratio de crecimiento de las compañías de videojuegos, la capacidad de atraer inversiones y la repercusión internacional de la marca Barcelona son algunos de los motivos que señala el director de la feria internacional del videojuego juego Gamelab, Iván Fernández Lobo, para seguir potenciando el evento en la capital catalana.
Las tecnologías móviles e Internet abren un amplio abanico de posibilidades a estas empresas, que por primera vez dispondrán de un espacio en el Mobile World Congress, que les permitirá explotar sinergias con los asistentes y los participantes del sector Mobile y tecnológico. A pesar de que los juegos deben ser algo independiente a la pantalla, ya que se trata de una experiencia, es necesario adaptar la interacción con los usuarios y trabajar y estar presentes en las plataformas de distribución masiva. La industria del videojuego se va consolidando como motor en la economía digital. Este sector, que facturó 313,7 millones de euros en 2013 en el conjunto del territorio español, tiene una repercusión importante en Catalunya.
De las 330 empresas del sector que había en España hace dos años, la comunidad catalana concentra el 27,1 por ciento de este tejido, por detrás de Madrid (29,8 por ciento). Tal y como se recoge en el Libro Blanco del desarrollo español de videojuegos presentado por la Asociación Española de Empresas Productoras y Desarrolladoras de Videojuegos y Software de Entretenimiento (DEV), el emprendimiento está jugando un papel determinante en la configuración del sector. El 86,6 por ciento del tejido empresarial del videojuego tiene menos de 25 empleados y un 68 por ciento tiene menos de cinco años de vida. "No es malo que haya muchas start ups, lo importante es que haya actividad y se genere riqueza", asegura el fundador y consejero delegado de Digital Legends, Xavier Carrillo. El empresario es también uno de los fundadores de la Asociación de Desarrolladores y Editores de Videojuegos de Catalunya, donde admite que "empezamos a tener masa crítica con algunas empresas punteras y la presencia de grandes compañías se acentúa".
Uno de los rasgos que caracterizan el sectores la atomización. El fundador de la empresa de juegos sociales de casino Akamon, Carlos Blanco, considera que muchos profesionales del sector "prefieren ser reyes en lugar de ser ricos", ya que apuestan por dirigir su pequeño estudio aunque no facture, antes que juntarse con otras start ups o incorporarse al equipo de una compañía puntera del sector. Esta situación provoca que algunas empresas tengan que importar talento del exterior, una cuestión sobre la que el consejero delegado de Akamon, Vicenç Martí, destaca que supone un esfuerzo si se trata de personas de fuera de la Unión Europea, tanto a nivel económico -por un tema burocrático-, como temporal -la incorporación no se produce de forma inmediata-. En este sentido, Martí pide más facilidades para contratar extranjeros. Akamon, que desde sus inicios ha apostado por Barcelona, facturó 11,8 millones de euros en 2014. El grupo espera duplicar este año la cifra hasta los 20 millones, y emplea más de 60 trabajadores entre sus oficinas de la capital catalana, Valencia y Tel Aviv.
"Barcelona es un polo de tracción de talento", apunta Martí, que añade que la calidad de vida es un incentivo. Para Akamon, la popularización del uso de tabletas y móviles supone una oportunidad y reduce el coste de desarrollo, ya que "es más barato hacer un prototipo para móvil, que puede costar 30.000 euros, que un videojuego tradicional, que puede suponer un coste de 300.000".
En su caso, el 20 por ciento de los nuevos usuarios proviene de los dispositivos móviles, una plataforma en auge. "Los nuevos canales permiten que surjan nuevas compañías", remarca Blanco.
La falta de tamaño implica que para consolidarse se requiera el apoyo de las administraciones. En este sentido, Xavier Carrillo es partidario de la concesión de ayudas y créditos en lugarde subvenciones. El presupuesto que destina el departamento de Cultura de la Generalitat al sector digital es de 1,5 millones, dentro del que se incluyen las empresas de videojuegos. Entre las líneas de financiación previstas, destacan las aportaciones reintegrables (ayudas económicas en forma de cofinanciación que permiten a la empresa disponer de financiación) y los préstamos participativos digitales (aportados a través del Instituto Catalán de Finanzas para facilitar el acceso al crédito a las empresas culturales digitales) que gestiona el Instituto Catalán de las Empresas Culturales.