Desbarajuste es la palabra que define la vida política catalana. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, quiere elecciones en Cataluña. El jefe de la oposición, Oriol Junqueras, también las reclama y la líder de la principal organización independentista Asamblea Nacional Catalana (ANC), Carme Forcadell, las exige. Pese a ese deseo unánime, son incapaces de ponerse de acuerdo.
En esa coyuntura esquizofrénica, lo único seguro es que hoy a las 13,30 horas el president ha convocado a los medios de comunicación para "hacer balance de su obra de Gobierno" y "definir las líneas de acción" para 2015. Si las cosas transcurrieran según lo previsto, Mas aprovecharía esta comparecencia para anunciar un adelanto electoral, pero a estas alturas del proceso independentista la agenda política catalana siempre pende de un hilo.
Aunque el pasado viernes Mas y Junqueras parecía que habían llegado a un acuerdo para convocar las elecciones, ayer CiU no tenía claro dar el paso. Ante esas dudas, el líder republicano lo dejó muy claro en su cuenta de Twitter: "Insistimos. ERC acepta al pie de la letra la propuesta de las entidades [en referencia a la ANC y Omnium Cultural], que recibimos escrita en puño y letra por el mismo Molt Honorable President. ¡Vamos!".
Las dudas convergentes se tradujeron por la tarde en una reunión extraordinaria de la cúpula de la coalición nacionalista. Al encuentro asistieron, además de Mas, el líder de Unió, Josep Antoni Duran i Lleida; el coordinador general de CDC, Josep Rull; el secretario general de Unió y consejero de Interior, Ramon Espadaler; el presidente del consejo nacional democristiano y consejero de Agricultura, Josep Maria Pelegrí; y el secretario general adjunto de CiU, Lluís Corominas, que es el encargado de organizar las candidaturas de la federación de cara a las elecciones municipales del mes de mayo.
Los representantes de Unió (Duran, Espadaler y Pelegrí) son contrarios al adelanto electoral y han defendido el agotamiento de la legislatura. Sin embargo, fuentes nacionalistas especulaban anoche sobre el verdadero objetivo de la reunión: negociar con la cúpula de Unió el futuro de la coalición nacionalista en la cita electoral. Duran ya ha dejado claro en diversas ocasiones que él no es favorable a la independencia de Cataluña.
Lucha por los independientes
¿Qué frena el acuerdo definitivo entre Mas y Junqueras? Formalmente ambos se pelean por los denominados "independientes": personajes de la sociedad civil catalana que podrían sumarse a una candidatura u otra. El president exige que estas figuras simbólicas sólo vayan en su lista de país y Junqueras renuncie a ellos.
Los republicanos ya han aceptado esta condición, pero consideran que es una imposición por parte de CiU. Y justamente por decir que se trata de una "imposición", los convergentes aseguran que ERC no tiene voluntad de pacto. En esta ceremonia de la confusión, el coordinador general de CDC, Josep Rull, echó más leña al fuego al asegurar en un tuit que el "error" es considerar la lista del president como la "lista de CDC" y que "con este esquema quien tiene que hacer una paso inmenso atrás es CDC".
En esta situación, la ANC convocó ayer dos caceroladas para exigir a Mas y Junqueras que lleguen a un acuerdo que haga posible la convocatoria inmediata para celebrar unas elecciones plebiscitarias en Cataluña antes de las municipales del 24 de mayo. A lo largo de esta semana, cada noche se repetirá la cacerolada y si el 15 de enero (fecha tope fijada por la ACN) no hay acuerdo, la entidad promoverá concentraciones en toda Cataluña y una movilización de grandes dimensiones el próximo domingo día 18. La entidad que preside Carme Forcadell también ha amenazado con convertirse en partido político.
La pelea por las lista ha sido duramente criticada por el resto de partidos catalanes. El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, aseguró que "es vergonzoso que en una democracia un partido le diga al otro como tiene que hacer sus listas electorales. En la misma línea, el líder de ICV, Joan Herrera, se preguntó quién es Mas para decirle a otros partidos como deben presentarse a unas elecciones. El diputado de la CUP David Fernández también censuró la actitud de Mas.
