Hartazgo de corrupción, todos los partidos contra todos. Todos lo sabían todo y ahora lo sueltan. Nada en política es causal, todo tiene una causa y es fruto de una estrategia. Corrupción total y Cataluña vota o no vota, pero es un asunto importante para España. Busquemos la causa de ambas cuestiones.
Quien gana esta pelea de ancianos contendientes, fatigados y cansinos, PP, PSOE y CIU, son Esquerra y Podemos, los vírgenes y jóvenes.
Hablemos ahora del cercano 9 de noviembre, yo me inclino a afirmar que no habrá votación porque el Gobierno de España debe demostrar que manda y si la hay y me equivoco, el resultado de dicha votación no será indicativo de nada y solamente habrá servido para hundir más a CIU y su gobierno.
Pero después de 9 de noviembre, pase lo que pase, no se habrá resuelto nada sobre todos los problemas que tenemos entre Cataluña y el Gobierno de España. Habrá que iniciar acciones de entendimiento y acercamiento de posturas. Los catalanes sabemos que tenemos unas peculiaridades que deben aceptarse por todos y si no se aceptan aparecen los problemas de entendimiento. Madrid, por simplificar, debe aceptar que el ordeno y mando sin pena de muerte es difícil de implantar y debe sentarse a negociar. Aquí tenemos los catalanes un problema, debemos preguntarnos a quien sentamos de entre nosotros a negociar con Madrid. Quien nos representa a toda la sociedad catalana, ¿el Govern, el Parlament, algún partido político, la sociedad civil ¿Quién representa a la sociedad civil?
Hoy, tal como han derivado los acontecimientos sociales y políticos, no hay nadie legitimado para negociar nada con nadie y menos unas nuevas reglas de juego con España, sean las que fueren.
A mi modo de ver, guste o no guste, deben convocarse elecciones en Cataluña para que la sociedad se exprese y manifieste a quien elige como interlocutor para establecer unas nuevas relaciones, imprescindibles, entre el Gobierno de España y el Govern de Cataluña.