
Se ha quebrado el pacto entre Artur Mas y Oriol Junqueras. El tándem político que hasta ahora ha empujado a Cataluña hacia la independencia se ha roto y difícilmente volverán a pedalear juntos. Ambos se lanzan reproches. Mas acusa a Junqueras de romper la unidad política, de buscar un choque frontal con el Estado español que se le llevaría por delante y él no está por la labor de convertirse en mártir. Por su parte, el republicano acusa al president de cobardía, de rajarse ante la suspensión de la consulta dictada por el Tribunal Constitucional y no aguantar al menos hasta la llegada de un requerimiento judicial para suspender la votación. El Gobierno de Rajoy también impugnará
Y tras los reproches ya solo quedan las elecciones autonómicas anticipadas. Ambos las defendieron como la única salida para Cataluña, pero tampoco coinciden ni en las formas ni en los tiempos. Mas, que es quien las convoca, quiere unas elecciones plebiscitarias con una candidatura única formada por los partidos independentistas que, evidentemente, él liberaría. Eso le salvaría a él y a CiU de un duro castigo en las urnas y le permitiría seguir dirigiendo la próxima etapa política de Cataluña.
Junqueras, al que todas las encuestas colocan como ganador, estaría dispuesto a ceder el protagonismo a Mas en un candidatura única, pero con una sola condición: que el nuevo parlamento declarase al día siguiente de la victoria la independencia unilateral de Cataluña.
Lo cierto es que ni Mas acepta esa condición previa, ni Junqueras se fiaría aunque lo hiciera. Ayer el republicano le reprochó al president el incumplimiento de los pactos y los programas electorales y le responsabilizó de la ruptura de la unidad política que mantenían los dos partidos con la CUP e ICV.
Sucedáneo de consulta
Sin consenso político, Mas presenta una alternativa a la consulta suspendida por el TC: un proceso participativo que conserva las preguntas acordadas, pero que no contará con las garantías democráticas previstas inicialmente y que no será la "consulta definitiva", sino el paso previo a unas elecciones autonómicas plebiscitarias.
Mas considera que la Generalitat tiene competencias para organizar procesos de participación ciudadana, pero añadió que "si Cataluña quiere resolver este asunto con toda la seriedad, en algún momento tendrá que recurrir a unas elecciones convocadas de forma ordinaria pero que algunos partidos pueden plantear a modo de referéndum si van con lista conjunta y programa conjunto".
Ante esta oferta, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, tacha de "engaño" este sustitutivo de la consulta y avanza que su formación "no participará en una consulta que carece de las mínimas garantías democráticas". Iceta considera que la propuesta de participación que ha ofrecido Mas para el 9-N no es una consulta, sino una "giga encuenta presencial", en referencia a la que están llevando a cabo la ANC y Òmnium Cultural puerta por puerta promocionando la independencia. Iceta vaticina que habrá elecciones catalanas anticipadas en el primer trimestre de 2015. También manifiesta que el PSC no participará en ninguna candidatura conjunta.
Son las que la Generalitat tiene previsto colocar en todo Cataluña para celebrar la consulta del próximo 9 de noviembre. Se colocarán en colegios y locales propiedad de la administración catalana y las mesas estarán asistidas por voluntarios, la mayoría ligados a la Asamblea Nacional Catalana (ANC). Para votar será suficiente presentar el DNI. Podrán votar todos los mayores de 16 años nacidos o residentes en Cataluña.