La empresa de restauración Semon, fundada en Barcelona en los años sesenta por María Vidal Torné, ha sufrido una caída continua del consumo en los últimos años, que le ha llevado a suspender pagos y entrar en concurso de acreedores, una situación que también ha sido provocada por una política de inversiones demasiado agresiva y algunos problemas de gestión.
El concurso de acreedores, que se tramita en el Juzgado Mercantil 6 de Barcelona, afecta a las sociedades Semon y Salmonsemon, y las deudas conjuntas superan los 3,3 millones de euros, la mayoría con proveedores y la familia propietaria, mientras que la banca y la Seguridad Social tienen un peso muy reducido en el pasivo.
Semon y Salmonsemon tienen una plantilla de 40 trabajadores. Semon busca un socio que garantice su actividad y el máximo número de puestos de trabajo posibles. En los últimos años, llevó a cabo una estrategia de crecimiento basada en la apertura de restaurantes en Madrid y Marbella, una tienda 'gourmet' en la plaça Bonanova de Barcelona, un restaurante de comida japonesa y en conceder una franquicia (Semon Air) para el Aeropuerto de Barcelona, unas operaciones que no han dado resultado. El concurso no afecta a Benfumat, otra empresa de la familia, cuya gestión es independiente.