Después de siglos batallando todos contra todos entre los países que se definieron a lo largo del siglo XIX y habiendo sufrido dos guerras mundiales en la primera mitad del siglo XX, la hegemónica Europa observó con temor que dos grandes imperios aparecían en el mundo, EEUU y Rusia. Los políticos europeos de finales de los cuarenta del siglo pasado percibieron la necesidad de agruparse para poder competir contra aquellos enormes bloques enfrentados entre sí pero potentes y ambiciosos.
. Francia, Alemania e Inglaterra observaban perplejas como America y Rusia cada dia adquirían mayor peso político, bélico, industrial y comercial. Aquellos políticos europeos de entonces, Adenauer y Brian principalmente, con visión de futuro crearon un ente supranacional dedicado al comercio y de aquella primera institución se desarrolló lo que hoy conocemos como Europa. Se fundó por seis estados, Alemania, Francia, Italia, Luxemburgo, Bélgica y Holanda y hoy tenemos veintisiete. Al principio se trataban temas mercantiles y con el paso de los años nos pusimos de acuerdo y tenemos una moneda única, un banco central europeo, políticas comunes en todos los ámbitos, un Parlamento y un Gobierno de ámbito continental y la voluntad de avanzar en el proceso de integración en un solo estado, si llamamos estado a un territorio que posee la misma estructura política y administrativa. Este proceso parece imparable.
Con los años aparecen nuevos estados mundiales que desarrollan políticas globales y poseen ambición de dominio, como China e India y en el horizonte está Brasil. Japón ya es una gran potencia que también mira con cierto temor su futuro.
Otro mundo cambiante es el que se encuentra en el llamado Próximo Oriente, en pleno proceso de cambio y sin saber qué país de entre ellos será quien domine la zona.
Ante este panorama los estados europeos no tenían otra salida si pretendían que su voz se escuchara en este mundo cambiante que unirse entre ellos para poder ponerse a su nivel o al menos intentarlo. Esta vieja Europa, envejecida por el éxito y viciada por la buena vida de sus habitantes, todavía posee algo de ímpetu juvenil para intentar competir con los jóvenes y potentes imperios nacientes.
Los diversos países europeos se han unido por arriba. Los gobiernos que son quienes poseen mayor información, eran conocedores que si no procedían a unir sus respectivos países en un proyecto común, agonizaban y en breve plazo se convertirían en un lugar irrelevante. Dentro de este mundo competitivo y siempre cambiante.
Estos pequeños países que integran Europa y que cada uno de ellos en su dia y en su momento fueron potencias que se hicieron escuchar e impusieron sus voces, sientes sus dudas en cuanto a la bondad del proyecto común y muchos de sus territorios desean antes que prevalezca su pequeña historia que sobrevivir de un modo honroso. Existen sectores de población que desean vivir del pasado, de su historia, de sus tradiciones de su cultura y no se dan cuenta que la supervivencia se encuentra en el futuro, en la universalidad, en la comunión de muchas personas de culturas diversas en busca de la estabilidad personal y colectiva.
Europa es un conjunto de países envejecido, agostado que precisa que sus ciudadanos, los que quedamos, posean la ilusión de vivir un futuro común . Es necesario que percibamos con claridad que precisamos abrir nuestros ojos y ampliar la mirada más allá de las pequeñeces que nos impiden organizar un futuro estable para nuestros descendientes.
Necesitamos políticos que nos indiquen el camino del futuro y no necesitamos aquellos que solamente desean engañarnos con objetivos imposibles de alcanzar o irrelevantes cuando sean examinados dentro de diez o quince años.
Nuestro futuro está en Europa o no está y para ello debemos esforzarnos en organizar nuestras pequeñas sociedades territoriales para que unidos intentemos conseguir una organización que pueda competir con las grandes potencias globales que pretenden utilizarnos. Necesitamos políticos pensadores, dialogantes y flexibles y cuya única visión sea la de ponernos a todos de acuerdo para conseguir este futuro necesario para nuestra supervivencia.
