La concesionaria de autopistas Abertis está decidida a llevar a cabo más pronto que tarde una inversión en el mercado de Estados Unidos, una operación que consolidaría al grupo español como una de las empresas de referencia del sector. Para lograr este objetivo, la empresa que dirige Francisco Reynés ha decidido unir sus fuerzas con el fondo de inversión canadiense Borealis, también interesado en invertir en las autopistas norteamericanas.
Esta alianza con Borealis es el segundo paso que da Abertis en Estados Unidos para concretar una operación. Antes del verano el grupo concesionario ya contrató al banco de inversión Barclays para que buscase alianzas que posibilitaran la compra de una gran autopista estadounidense. Fuentes de Abertis no quisieron hacer comentarios al respecto.
La primera operación que aparece en la cartera del tándem Abertis-Bolearis es la compra de la autopista Indiana Toll Road (ITR), la mayor vía de peaje de Estados Unidos. Actualmente, esta concesión es propiedad de la empresa española Ferrovial y el fondo australiano Macquaire, pero su situación financiera es muy delicada. Los bancos no han refinanciado los créditos y los han vendido con descuento a fondos que ahora son propietarios del 90 por ciento de la deuda. La intención de estos fondos es llegar a un acuerdo de refinanciación con la empresa y declarar el denominado Chapter 11, el equivalente estadounidense del preconcurso de acreedores. Una vez en esta fase, los fondos ejecutarían la deuda y se quedarían con el activo con el objetivo de revenderlo y recuperar los créditos con un margen de beneficio. Los fondos han contratado al banco suizo UBS para que inicie la búsqueda de futuros compradores.
Abertis y Borealis están muy atentos a la evolución de este proceso, ya que es una inversión que encaja perfectamente con el objetivo de la alianza que han alcanzado.
Más inversión en Brasil
Por otro lado, Abertis ha alcanzado un acuerdo con la Agencia Reguladora do Transporte del Estado de Sao Paulo para la ejecución de una nueva obra en las autopistas brasileñas por valor de 30 millones de euros. Con esta inversión logra alargar sus concesión seis meses.