Cataluña

Mas ya ha decidido sacar las urnas a la calle aunque la votación sea ilegal

El éxito de la manifestación independentista de la Diada en Barcelona ha sido el último empujón para que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, desvele que ya tiene decido sacar las urnas a la calle el próximo 9 de noviembre y que los catalanes voten independientemente de si la consulta es legal o ilegal.

"Votaremos seguro, otra cosa es en qué condiciones votaremos", afirmó ayer el president, ya que "no todo depende de nosotros desde un punto de vista de las condiciones".

En una entrevista en RAC1, Mas explicó que "lo tenemos todo previsto, incluso dónde se votará" en caso de que no se autorice la apertura de lo colegios electorales, aunque no quiso desvelar el plan logístico que tiene la Generalitat para celebrar la consulta. De igual modo, no quiso dar detalles sobre el censo que se utilizará en la votación, la edad mínima para votar (a partir de los 16 años) o la participación mínima necesaria para que la votación tenga validez.

Aunque Mas preferiría que el Gobierno español aceptara negociar todo lo relativo a la consulta, su Ejecutivo trabaja en estos momentos en conseguir "todas las garantías democráticas" para que "se pueda dar por bueno el resultado desde el punto de vista internacional". Ese es el objetivo de la nueva ley catalán de Consultas, que se aprobará el próximo viernes 19 de septiembre. Una vez aprobada, el president explicó que "en unos días" convocará el referéndum y se definirá el universo, que corresponderá al registro de población.

Uno de los aspectos que más preocupa al presidente de la Generalitat es que haya una participación suficiente, tanto de los de los partidarios del sí como de los que están en contra de la creación de un Estado catalán. Uno de los riesgos de la consulta no pactada con los gobierno de Madrid y Bruselas es que los contrarios a la independencia no acudan a las urnas y la victoria del sí sea aplastante. "El mensaje que quiero dar es que el conflicto se resolverá votando y haciéndolo de una manera que todo el mundo entienda la manera de hacerlo y el resultado", argumentó.

La previsión de la Generalitat es utilizar los padrones municipales para realizar la votación, pero algunos ayuntamientos catalanes ya han asegurado que no los cederán para celebrar la consulta prevista para el 9 de noviembre. "Son cosas a prever y tenemos posibles soluciones, porque son las cosas que garantizarán las garantías democráticas", señaló Mas, antes de reconocer que "son conflictos que pueden surgir" en este proceso y que en muchos casos son cosas que no están en la mano del Govern.

Pese a todo ello, Mas se mostró convencido tanto de la celebración de la consulta como del resultado favorable a la independencia que él defiende. Según explicó, "el resultado no se hará realidad de manera inmediata sino que a partir de él se abrirá un proceso". "No os encontraréis con la independencia al cabo de 24 horas", advirtió. Tras la votación su intención es "sentarme en Madrid y en Bruselas" y hacer un Estado "que no vaya en contra de España ni de Europa".

Mas confía en que el Tribunal Constitucional resuelva el recurso del Gobierno sobre la ley catalana de Consultas y que permitirá la votación. Si eso no ocurre, el president consensuará con los partidos independentistas la respuesta y recordó que "las urnas es lo que decidimos todos". No quiso pronunciarse sobre unas posibles elecciones autonómicas anticipadas.

Por otro lado, el Consejo de Ministros aprobó ayer la rebaja del tipo de interés del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), lo que aumentará la liquidez de las comunidades autónomas. Cataluña se beneficiará de esta media en 1.700 millones.

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