El nuevo consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, dedicó ayer una parte de su primer acto público a explicar los motivos por los que la entidad no presentó una mejor oferta por Catalunya Banc en la subasta organizada por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob).
"Nosotros ya somos líderes en Cataluña y la compra de Catalunya Banc nos hubiera supuesto un mayor coste de ejecución y un mayor coste social. Además, al ser líderes destacados hubiéramos tenido un importante riesgo de pérdida de ingresos en este mercado porque las empresas no quieren tanta concentración de riesgos", argumentó.
Pese a estas explicaciones, Gortázar no desveló los términos de la oferta realizada aunque aseguró que fue "una oferta responsable, lo que no quiere decir que la del BBVA no lo fuera, ya que el precio pagado puede ser muy correcto para ellos". CaixaBank hubiera tenido que cerrar muchas más oficinas de Catalunya Caixa por solapamiento y recortar más plantilla, por lo que los costes hubieran sido muy superiores a los 450 millones de euros presupuestados por BBVA. "Malgastar (el capital) o hacer compras por encima de lo que nos parece es algo que no vamos a hacer" y "si no encontramos operaciones rentables, podemos devolver el capital a nuestros accionistas", sentenció.
Respecto a la posible participación de CaixaBank en nuevas operaciones de concentración bancaria, el consejero delegado se mostró convencido de que el mercado seguirá consolidándose. "No tenemos la sensación de haber perdido el último tren", señaló. De hecho, CaixaBank es uno de los bancos más interesados en quedarse el negocio de Barclays en España y participa en la subasta del mismo.
Un resultado de más calidad
CaixaBank ha ganado hasta junio 305 millones, el 25,3 por ciento menos. Esta caída se ha producido básicamente por la contabilización de unos 140 millones menos correspondientes a los resultados del banco austriaco Erste Bank. Esta entidad, en la que el banco español tiene un 9 por ciento del capital, ha contabilizado unas pérdidas adicionales para 2014 de entre 1.400 y 1.600 millones por la mala situación de los mercados de Rumanía y Hungría.
Sin ese efecto, todos lo márgenes de CaixaBank crecen y los resultados antes de impuestos asciende a 303 millones frente a los 74 del mismo periodo del año anterior, más del triple. Según el nuevo director financiero de la entidad, Jordi Mondejar, "el resultado del segundo trimestre del año ha sido de 150 millones, exactamente el doble de los 75 generados en el segundo trimestre de 2013", lo que ilustra la recuperación de los beneficios y de la economía en general.
En el ámbito laboral, CaixaBank prevé hasta 500 prejubilaciones en el marco del acuerdo laboral para 2015 por el que también se crearán 700 puestos de trabajo. Estas prejubilaciones no tendrán los beneficios fiscales de las últimas que realizó la entidad y tendrán un mayor coste, pero será compensado por los menores salarios de los nuevos empleados.
Finalmente, el nuevo consejero delegado anunció que CaixaBank acudirá a las subastas de liquidez que el Banco Central Europeo ha programado para septiembre por el importe al que calcula que tiene derecho, unos 7.000 millones, para facilitar el crédito a familias y empresas.