Cataluña

Duran deja la cúpula de CiU tras fracasar su 'tercera vía'

Ayer se cerró la crisis política que se había abierto en septiembre de 2013. Durante el último Debate de Política General del Parlament, Artur Mas verbalizó su rechazo a las "terceras vías" y se echó en manos del soberanismo del presidente de ERC, Oriol Junqueras. Desde entonces, la relación entre Josep Antoni Duran i Lleida y el president ya no ha sido nunca igual.

Desde aquella fecha, las diferencias entre los dos políticos nacionalistas no han parado de crecer. Ayer mismo, en una rueda de prensa conjunta, Mas reconoció que no siempre han estado de acuerdo en todo, pero que han sido capaces de llegar a pactos, como el de la pregunta de la consulta del 9 de noviembre. Parece que ese es el único postulado que les une: el derecho a decidir y la consulta. Al menos eso dijo ayer un Duran al que se le hace muy cuesta arriba votar a favor de la independencia.

Sin embargo, el divorcio entre Mas y Duran es un separación tan civilizada que ayer ambos intentaron explicar que no existe. El presidente de Unió aseguró que él da "un paso atrás" porque ahora hay otras personas capacitadas para ejercer el cargo de secretario general de la coalición y que de esta manera deja de acumular cargos.

Por su parte, Mas insistió en que Duran mantendrá su cargo de portavoz de CiU en el Congreso, además de seguir siendo presidente de la Comisión Parlamentaria de Asuntos Exteriores. A pesar de que el ministro del ramo, José Manuel García-Margallo, arremete una y otra vez contra el soberanismo catalán, ni Duran ni Mas ven ninguna contradicción en mantener esa presidencia. Cosas de una larga relación que ha durado 13 años (Duran era secretario general de la federación desde 2001).

Desde el punto de vista práctico, Duran deja la secretaria general de CiU en manos de su delfín Ramon Espadaler. El pupilo garantiza el continuismo en la federación y rebaja las tensiones surgidas entre Unió y Convergència por el proceso soberanista. El actual conseller de Interior, que ya ejerció como número dos de la federación en la mayoría de los mítines de las elecciones europeas, es visto como una persona de tono conciliador, prudente en sus declaraciones y de confianza de Mas

Duran mantendrá la presidencia de Unió y, de hecho, seguirá acudiendo a la Comisión Ejecutiva Nacional de CiU en función de ese cargo y el de portavoz en Madrid. En el último año y medio, Duran ha hecho numerosas declaraciones en contra de la independencia de Cataluña, posición contraria a la que defiende Convergència.

La visión edulcorada de Mas

En su afán por demostrar unidad con Duran, Artur Mas dio ayer alguna pista de por donde van las cosas. "Cada partido catalanista puede trabajar para ampliar sus apoyos hacia un lado u otro" y, en su opinión, eso hará que todos juntos, al final, sumen una fuerza nacionalista mayor.

Esta tesis, la de La casa gran del catalanisme (La Casa grande del catalanismo), fue lanzada por Mas en noviembre de 2007, cuando estaba en la oposición y su objetivo era atraer a los votantes de ERC para que los republicanos dejaran de apoyar al gobierno de la Generalitat que presidía José Montilla. Así nació la ERC actual.

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