La compañía perdió el año pasado 149 millones, cinco veces más que en 2012, debido a una amortización extraordinaria
Tras año y medio de incertidumbre, Volkswagen (VW) ha despejado las dudas que existían sobre el futuro de su filial Seat. Ayer, el nuevo presidente de la compañía española, Jürgen Stackmann, se mostró exultante al anunciar que la firma contará en su gama con un nuevo todoterreno urbano (SUV), que se pondrá a la venta en 2016.
El coche, diseñado en el centro técnico de Martorell y del que sólo se mostró una imagen de su silueta (ver foto), será presentado como prototipo en el próximo salón de París.
El nuevo SUV vendrá a cubrir el hueco que dejará en la gama el Seat Altea y Altea XL, cuya producción se alargará hasta 2016. Estos dos modelos se producen actualmente en la factoría de Martorell (Barcelona), sin embargo el nuevo SUV no está nada claro que se fabrique en Martorell, por lo que la planta podría perder una parte de su producción con efectos sobre el empleo.
Según Stackmann, "lo importante no es donde se fabricará, sino lo que supone para Seat su adjudicación". El nuevo presidente visualiza una Seat que será rentable, con unas ventas anuales de 500.000 unidades, de las que 150.000 correspondería a la gama Ibiza, 150.000 a la gama León, 100.000 a la nueva familia SUV y 100.000 al resto de modelos (Mii, Toledo y Alhambra). Con estos parámetros, Seat podría volver a al rentabilidad en 2018, según adelantó hace unos días el presidente del consejo de administración, Francisco García Sanz.
Stackmann evitó comprometerse con una fecha para dar beneficios, ya que su predecesor en el cargo, James Muir, fue cesado por no conseguir beneficios en 2013, tal y como se había comprometido. Seat perdió el año pasado 149 millones de euros, cinco veces mas que los 30 millones perdidos en 2012. Sin embargo, la compañía logró unos ingresos de 6.473 millones, un 6,3 por ciento más, y vendió 355.000 unidades, un 10,6 por ciento más, lo que permitió generar un ebitda de 221 millones (128 millones en 2012). El aumento de las pérdidas se debe a una amortización extraordinaria y a la regularización de impuestos.
Por otro lado, la cúpula de Seat cobró 10,3 millones frente a 8,5 millones en 2012. El aumento se debe al pago de las indemnizaciones al expresidente James Muir y al vicepresidente comercial Paul Sevin.