CiU aspira a suavizar aúnmásla ley de cajas en lo referente a las incompatibilidades de consejeros con sus bancos filiales.
El grupo parlamentario catalán en el Senado fue el único que ayer se negó a apoyar las enmiendas introducidas por el PP, y su representante José Montilla, ex presidente de la Generalitat y ex ministro socialista de Industria, mostró su confianza en "mejorar" el texto en la votación final en Pleno de la Cámara Alta, previsiblemente a partir del próximo día 9.
El resto del arco parlamentario transaccionó la enmienda del PP, a priori inspirada por CiU y que permitirá a los presidentes de las cajas seguir tres años más al frente de sus bancos, superando la renuencia de la troika a dejarles compatibilizar cargos más allá de un año. Eso sí, no podrán ser ejecutivos en ambas entidades. Algo que obliga a Isidro Fainé a elegir si ejerce funciones ejecutivas en La Caixa o Caixabank, a Braulio Medel en Unicaja, a Amado Franco en Ibercaja, y a Manuel Menéndez en Liberbank. Mario Fernández ya ha optado por Kuxtabank y abandonado la caja. La restricción aplica al resto de ejecutivos.
La enmienda popular fija otras dos limitaciones: la caja podrá compartir un máximo del 25 por ciento del consejo del banco y quienes simultaneen sillón lo harán hasta que venza su mandato o hasta el 30 de junio de 2016, momento en el que deberán elegir en qué consejo se quedan. CiU pretendía ampliar la moratoria a seis años en defensa de uno de los más interesados en la transición pausada y ordenada, Isidro Fainé. Es el grupo que más ha luchado por extender el plazo en defensa también del derecho a la propiedad: tener consejeros donde se invierte. La conveniencia de limitar la compatibilidad a no ejecutivos la incluyóPNVen sus enmiendas. Queda margen para nuevos cambios en la votación del Pleno del Senado. Luego la ley volverá al Congreso para su aprobación definitiva y entrada en vigor.