Los titulares de las cerca de 2.200 farmacias que existen en la provincia de Barcelona exploran este martes en una reunión a puerta cerrada que se celebra en L'Auditori posibles nuevas medidas de protesta ante los impagos de la factura farmacéutica.
La cita se produce un día antes de que el Estado haga efectiva la transferencia de cerca de 400 millones de euros que adeuda el Servicio Catalán de la Salud (CatSalut), a través del Plan ICO proveedores.
El resto de colegios farmacéuticos realizarán reuniones similares y, una vez evaluadas todas las opciones, está previsto que las posibles medidas se sometan a votación en un referéndum telemático.
Los farmacéuticos valorarán también la efectividad de las medidas que ya se decidieron en otra reunión celebrada en marzo de 2013, en la que acordaron una protesta ante la Generalitat, la recogida de firmas entre los usuarios de las boticas --entregaron unas 400.000 rúbricas en el Parlament-- y la reclamación de los intereses económicos que han tenido que pagar por los retrasos en las transferencias, y que cifran en 12 millones de euros.
Las boticas han celebrado este mes el segundo cierre de sus oficinas en su historia, que culminó con una protesta ante la Delegación del Gobierno en Barcelona, y la reunión días después con el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, quien garantizó que el pago se realizaría a mediados de noviembre.