Cataluña

Freixenet hará cambios en su capital y órganos de gobierno

La muerte de Dolores Ferrer abre el relevo generacional y obliga a redefinir los equilibrios accionariales del grupo

El relevo generacional en Freixenet ha empezado. La muerte de Dolores Ferrer Sala, de 92 años, obligará a la empresa a redefinir los equilibrios entre las tres ramas familiares que controlan la compañía: los Ferrer, los Bonet y los Hevia. Dolores, que durante muchos años ejerció de secretaria del consejo de administración, era la soltera de cuatro hermanos (Pilar, Carmen y José) y controlaba una participación en la empresa algo inferior al 25 por ciento.

Aunque el capital de Freixenet se repartía en cuatro partes entre los hermanos, José Ferrer heredó un porcentaje ligeramente superior al de sus hermanas por su condición de varón. Está previsto que la participación de Dolores Sala se dividida ahora entre las tres familias, pero se desconoce tanto si los herederos serán sus hermanos como si se dividirá a tercios.

Freixenet se encuentra en una encrucijada ya que Dolores, Pilar, Carmen y José Ferrer Sala, todos mayores de 85 años, no forman parte del consejo de administración desde 2010, pero mantienen sus participaciones accionariales y controlan la compañía desde la denominada Comisión de la Experiencia. Sólo Carmen Ferrer ha transmitido ya parte de sus acciones en la empresa a sus hijos. Concretamente cedió el 50 por ciento a sus cuatro hijos Hevia Ferrer.

La tercera generación de Freixenet, que se sienta en el consejo de administración, está integrada por seis hombres y seis mujeres, con unas edades comprendidas entre los 45 y casi los 70 años. De ellos, sólo los seis varones tienen funciones directivas en la compañía.

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