
El futuro del apósito pasa por añadirle valor a su función. Ya no sirve sólo para proteger las heridas de las bacterias del exterior, sino que además tiene que desinfectar, acelerar la cicatrización, calmar el dolor, ayudar a que la piel nueva se regenere sana... Hasta ahora utilizábamos los apósitos como una barrera, pero además pueden transportar algunos medicamentos.
Así lo considera el director general en España de Cederroth Distrex, José Miguel Torres, que apuesta por la innovación para diferenciarse de la competencia. Precisamente el know how de la planta de Barcelona fue el desencadenante para que la multinacional sueca optara en 2012 por concentrar toda la fabricación de apósitos y esparadrapos en esta instalación.
Torres considera que en la época en que todo se vendía, se ha lanzado cualquier cosa, los fabricantes han competido para ver quién ponía más tamaños de tiritas en una caja. Se han llegado a comercializar inventos como parches anticaída de pelo o anticelulíticos, ideas que Torres califica de "buenas", pero a la vez "mal desarrolladas" ya que no cumplen con lo que prometen. "Estos inventos conllevan la desconfianza de la población en productos realmente buenos", apunta Torres.
Nuevos lanzamientos
Cederroth está trabajando en nuevos proyectos, uno de ellos es el desarrollo de un apósito con ibuprofeno para actuar directamente en el foco del dolor. "Es un proyecto a largo plazo en el que llevamos dos años trabajando y como mínimo quedan tres más para registrarlo", precisa Torres, ya que su fabricación y demostrar sus efectos cuesta mucho esfuerzo y es caro. Incluso se puede dar el caso que una vez fabricado y aprobado no tenga salida en el mercado por su elevado precio. La empresa, que fue la primera en Europa en desarrollar una tirita ecológica, lanzará el próximo año dos productos sanitarios cosméticos: un apósito antiverrugas y uno antiacné. Estos se suman al último lanzamiento de hace unos meses: el apósito con polvo de plata para desinfectar. Todas estas soluciones cumplen con un objetivo común, que se basa en aportar funcionalidad.
En 2008, la multinacional sueca Cederroth absorbió la empresa familiar catalana Distrex, fundada por el padre de José Miguel Torres. Este año espera producir cerca de 900 millones de apósitos y 2,5 millones de metros cuadrados de esparadrapo en la fábrica de Barcelona y facturar 20 millones de euros.