La exportación, junto con el turismo, es el principal motor de la actividad económica. En Cataluña, un nueve por ciento de las pymes exportaron en 2011, siendo las medianas empresas -que emplean hasta 249 trabajadores y facturan 50 millones de euros- las que lideraron el ranking exportador.
Así se desprende del estudio que ha realizado la patronal Pimec sobre la pyme catalana exportadora, donde se detalla que las empresas del sector químico son las que más exportan. Las pymes que venden en el exterior tienen de media 24 empleados, facturan 6 millones de euros y tienen unos activos de 5,7 millones de euros frente a las empresas que no venden al exterior, que de media tienen 7,9 empleados, facturan un millón de euros y tienen unos activos de 1,2 millones de euros.
Las pymes exportadoras son un 28 por ciento más productivas y un ocho por ciento más competitivas que las que concentran su actividad en el mercado interior, pero también destinan más recursos a los gastos de personal por ocupado, que son un 18 por ciento superiores.
facilidades de crédito
El presidente de Pimec, Josep González, ha afirmado que el interés de las entidades financieras a la hora de facilitar el crédito a las empresas está mejorando y que por primera vez en seis años Europa está hablando de la importancia de facilitar el crédito a las empresas y empieza a haber conciencia que aquí hay un problema.
González considera que debería haber más líneas de financiación para la exportación y ha destacado que los casos de corrupción política no ayuda perjudica la imagen del país en el exterior, factor que perjudica a las empresas españolas. En este sentido, González cree que los políticos deberían dar la cara y explicar las cosas.
Tal y como se desprende del décimo anuario de la pyme catalana -que analiza 80.387 pymes catalanas- la crisis sigue castigando el tejido empresarial. La ocupación de las pequeñas y medianas empresas cayó un 3,1 por ciento en 2011 en relación al año anterior, su valor añadido bruto cayó un 2,7 por ciento y se ha pasado de 500.335 empresas en 2010 a 495.958 en 2011, que representa una destrucción del 0,9 por ciento de pymes.
Según González, "las pymes tienen capacidad de reacción para capear la crisis". Analizando la estructura del pasivo de las pequeñas y medianas empresas se observa un ligero aumento del endeudamiento a largo plazo (que ha pasado de representar el 19,7 por ciento en 2007 al 22,8 por ciento en 2011) y una disminución de las deudas a corto plazo (del 42 por ciento en 2007 al 32,8 por ciento en 2011).