Cataluña

Políticos corruptos frente a ciudadanos dormidos

Algún lector me puede indicar que los políticos también son ciudadanos y, por lo tanto, el título de este escrito puede confundir. Quiero aclarar que yo siempre hablo de dos clases sociales que imperan en las sociedades desarrolladas: los políticos y los demás.

Vemos desde hace algunos años, coincidiendo con la aparición masiva de casos de corrupción, que la clase política y sus partidos se mueven por unas normas diferentes a las del resto de los ciudadanos. Sus contabilidades pueden falsearse sin control, el dinero negro circula a chorros, los impuestos de los políticos contienen desgravaciones ocultas a los demás y, sorprendentemente, Hacienda no los persigue. Sus partidos se saltan las normas de financiación impunemente y, además, cuando se les echa en cara su conducta, lo niegan todo.

Estamos viviendo en un país en el que el tesorero eterno del partido del Gobierno ha ingresado en prisión y se le solicita una fianza inmensa idéntica a la inmensa fortuna que, según dicen, ha acumulado a lo largo de su fructífera existencia. Este tesorero nos dice que durante veinte años ha pagado sobresueldos en dinero negro incluso al actual presidente de nuestro Gobierno. Hasta ahora hay políticos que aceptan haber cobrado y aceptan decir que no lo han incluido en sus declaraciones fiscales.

Por su parte, CiU gobierna en Cataluña con Artur Mas al frente y tiene abierto el caso Palau de la Mùsica cuyas cantidades, presuntamente, financiaban a su partido. Unió ha sido condenada en el caso Pallerols, por financiación irregular de su partido y Durán, su líder, lo ignoraba. El PSOE en Andalucía ha repartido la friolera de 780 millones de euros a través de su gobierno autonómico a diestro y siniestro y su presidente, el señor Griñán, que lleva allí media vida, no sabe nada.

Ningún político es responsable de nada, pero lo cierto es que se han puesto las leyes por montera y comparados con los bandoleros de Sierra Morena éstos parecen niños de teta.

Me pregunto si todos nosotros nos hallamos dormidos, enfermos o bien formamos parte de esta farsa delictiva para permanecer tan callados y aceptar todas las mentiras que se nos dicen cada día para justificar lo injustificable. Nuestra clase política está podrida y me pregunto qué podemos hacer para regenerar este país.

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