La compañía construirá un horno al norte del país y una molienda en el sur de Brasil para su suministro
Cementos Molins ha decidido iniciar un nuevo ciclo inverso para acelerar su internacionalización y compensar así las pérdidas que le genera su actividad en España (24 millones de euros en 2012). El grupo cementero, controlado por la familia Molins, anunció ayer una inversión de 236 millones de dólares (181 millones de euros) en el norte de Uruguay y en el sur de Brasil.
El proyecto, denominado Treinta y Tres, supone la construcción de un horno de cemento en el norte de Uruguay, junto a la cantera, y la molienda en la población de Pelotas, al sur de Brasil. Con este proyecto transforenterizo, Molins prevé poder suministrar cemento al mercado brasileño, el de mayor consumo, sin tener que pagar aranceles. La inversión la realizarán al 60 por ciento la filial de Molins en Uruguay (Cementos Artigas); el grupo argentino Votorantim, un 20 por ciento y la sociedad cementera pública de Uruguay, el restante 20 por ciento. La sociedad ya ha comprado la maquinaria del horno a suministradores chinos, pero la planta no estará en marcha hasta principios de 2015.
Compra en España
Dentro de las inversiones, Molins anunció el pasado jueves la compra de la planta cementera de Cemex en Sant Feliu del Llobregat (Barcelona) por 40 millones. "Es una compra defensiva, no utilizaremos la fábrica para producir, lo único que conseguimos es suministrar desde nuestra planta de Barcelona las 200.000 toneladas que vendía Cemex en Cataluña", explicó el consejero delegado del grupo Joan Molins. El mercado español del cemento ha pasado de 56 millones de toneladas en 2007 a sólo 10 millones en 2013, lo que está provocando el cierre de plantas cementeras y despidos. "Con la compra a Cemex conseguiremos que nuestra planta pase de funcionar del 25 al 40 por ciento", desveló Molins. Pese a ello, la compañía prevé realizar un ajuste de plantilla antes de final de año.
El grupo ya ha realizado ajustes similares en sus filiales españolas de prefabricados y hormigón. El año pasado la plantilla del grupo en España disminuyó en 300 personas y creció en 100 en las filiales internacionales.