El riesgo de pobreza extrema en Cataluña -la situación en que una persona tiene una renta inferior al 30% de la mediana- ha aumentado más del doble con la crisis, pasando de afectar a un 3,5% en 2006 a un 7,3% en 2011.
Son cifras de la Encuesta de condiciones de vida y hábitos de la población de Catalunya (ECHVP 2011) incluidas en el número 56 de la revista 'Papers' del Instituto de Estudios Regionales y Metropolitanos de Barcelona (Ierm), presentado este miércoles en la Universitat de Barcelona (UB) por el Vicepresidente del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), Joan Trullen, y el profesor de Sociología de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) Sebastià Sarasa.
En cuanto a la pobreza moderada, aquella que afecta a quienes tienen una renta inferior al 60% de la mediana, pasó del 19% en 2006 -un 16% en 2008- a un 21,9% en 2011, un aumento del 15%.
Ejemplificado en casos concretos, un hogar compuesto por una pareja sin hijos se encuentra en situación de pobreza moderada si tienen una renta conjunta por debajo de 1.069 euros al mes, y en pobreza extrema si perciben menos de 535 -para una pareja con hijos, la pobreza moderada se da en rentas conjuntas por debajo de los 1.500 euros, y la extrema por debajo de los 750-.
POLARIZACIÓN
Este incremento de la pobreza se debe a un brusco descenso de las rentas más bajas, que en 2006 se situaban en 4.700 euros anuales y en 2011 en 2.500, mientras que las rentas intermedias han pasado de 14.500 a 13.500 --un 7,1% menos--, y las más altas prácticamente no han variado de 38.500 a 38.300 --un 0,6% menos--.
Ello ha provocado que el porcentaje de población que se sitúa en torno a las rentas más bajas haya pasado del 11,8% al 16,1%; en torno a rentas medias, del 69,3% al 61,5%, y al rededor de las más altas, del 18,9% al 22,4%.
PARO GENERAL, PROTECCIÓN DESIGUAL
El riesgo de paro se ha equilibrado entre géneros --un 46% de mujeres sostenían hogares en 2011, por un 33% en 2006-- y también entre distintas categorías profesionales, lo que Sarasa ha calificado como "democratización" de esta amenaza.
Así, el riesgo de desempleo entre trabajadores no cualificados pasó en estos cinco años del 12,2 al 28,2%, mientras que en los cualificados varió del 8,8% al 31,7, en administrativos y encargados del 6,4% al 23,9% y en directivos, gerentes y técnicos del 3,7% al 12,3%.
Sin embargo, Arasa ha señalado que el aumento del paro de larga duración ha provocado que las personas que han agotado la prestación por desempleo en Catalunya hayan pasado de 139.000 en 2006 a 469.000 en 2011.
Todo ello se enmarca en una tendencia que traslada las prestaciones públicas de los sectores más pobres a otros menos desfavorecidos: "La prestación por desempleo ha dejado de proteger a los estratos más pobres, y la restricción de la prestación de la Renta Mínima de Inserción (Pirmi) lo ha agravado".
También ha destacado el aumento de la pobreza moderada entre menores de 16 años, que ha pasado del 20% al 28% entre 2006 y 2011, y que la población que no puede asumir gastos extraordinarios ha aumentado un 27%.
