El consistorio ha decidido aplazar "sine die", hasta tener plenas garantías, la apertura del nuevo edificio de Els Encants Vells, cuya inauguración estaba prevista para el viernes 21 de junio.
El nuevo equipamiento fue impulsado por el anterior Gobierno municipal -en el que gobernaba el PSC e ICV-EUiA-, ha tenido un coste de 55 millones de euros y se previó que el traslado de los comerciantes empezara el próximo lunes tras cerrar el próximo sábado en su vieja ubicación. El aplazamiento forma parte de un seguido de acciones para, según ha informado el Ayuntamiento en un comunicado, asegurar que el traslado de los vendedores al nuevo mercado se hará "con plenas garantías de seguridad y calidad".
El consistorio ha comunicado que no recepcionará la obra hasta que el edificio cumpla con los niveles de calidad exigibles, y ha pedido al despacho de arquitectos, b720 Arquitectes, y a la Unión Temporal de Empresas (UTE) de empresas constructoras, que encabeza OHL, que tomen acciones o medidas correctoras para corregir faltas.
El Institut Municipal de Mercats (Immb) ha acordado celebrar este martes por la mañana una reunión con los vendedores de Els Encants Vells para que los responsables de la obra ofrezcan explicaciones técnicas, y el traslado se pactará entre el Immb y los vendedores, y se hará "cuando se cumplan las condiciones óptimas".
También ha encargado un peritaje a expertos independientes de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) -al Institut de Dinàmica Fluvial i Enginyeria Hidrològica Flumen- para determinar las causas de los problemas detectados en el sistema de drenaje del nuevo edificio. El Ayuntamiento esperará a conocer las conclusiones del peritaje externo para emprender, si fuese necesario, posibles acciones legales, y garantiza que en ningún caso tendrán sobrecoste las mejoras, ajustes y cambios que deban hacerse a nivel constructivo.
El encargo se ha hecho después de que este fin de semana los técnicos responsables de la obra y expertos municipales hayan hecho un primer diagnóstico provisional donde se han detectado posibles deficiencias de diseño en el sistema de drenaje de la cubierta y en la red interna de evacuación de agua del edificio, ubicada en el subsuelo. Según el Ayuntamiento, en ningún caso los ingenieros han detectado problemas estructurales en el edificio ni en su cubierta de 8.000 metros cuadrados en esta primera evaluación preliminar.