Según ha explicado este jueves el profesor del IESE, Pedro Nueno, en la presentación del informe Roadmap for Investment between China-Spain
Los tópicos como que en España sólo hay flamenco, jamón y trabajadores poco formados, y las enormes trabas a la hora de conseguir visados suponen un importante freno para el país a la hora de atraer inversiones chinas, según ha explicado este jueves el profesor del Iese Pedro Nueno.
"La imagen que proyectamos en China no se corresponde con nuestra calidad. Hay que explicar mejor cómo es el país y atraer a más personas de todos los ámbitos", ha defendido durante la presentación de un informe que analiza las posibilidades de inversión entre ambos países.
En esa línea, ha asegurado que España todavía podría atraer muchos más turistas chinos, y que servicios como la sanidad y las escuelas de negocio podrían resultar muy atractivos para este público si se promocionaran con más fuerza.
Además, en sectores como el de la automoción sostenible -donde el país asiático quiere ser líder mundial-, la agroalimentación -especialmente en productos como el aceite, el vino, el jamón y el pollo-, la moda de lujo y el inmobiliario existen grandes oportunidades de exportar y atraer inversiones.
"Tenemos trabajadores bien formados a un coste razonable, además de una buena logística, como el Puerto de Barcelona, para distribuir los productos", ha afirmado.
Por todo ello, considera necesario organizar visitas de empresarios chinos para que conozcan de primera mano las cualidades de España, especialmente en un momento donde el Gobierno asiático está haciendo importantes esfuerzos para internacionalizar sus empresas.
"Cuando una empresa sale al exterior, el resto de competidores la siguen. En EEUU pasó en los años 60 y 70, y en China tiene que pasar de un momento a otro", ha pronosticado Nueno, quien ha explicado que los chinos ya han invertido con fuerza en África, y que el siguiente pasó será hacerlo en Europa y América.
Sin embargo, España parte en desventaja respecto a países como Portugal y Canadá por las dificultades a la hora de conceder visados y por el poco trabajo que se ha hecho en materia de relaciones comerciales.
