El presidente de la mayor refinería española, Josu Jon Imaz, ha defendido en una conferencia en ESADE que un crecimiento económico sostenible necesita desarrollo industrial.
El presidente de Petronor, Josu Jon Imaz, ha defendido este miércoles en Barcelona la necesidad de "apostar por la industria" para salir de la crisis.
Lo ha asegurado ya que la industria impulsa las exportaciones, la innovación y es un sector que genera más empleos inducidos que otros.
En una conferencia en Esade sobre "Energía y Competitividad": el nuevo mercado de los hidrocarburos", ha afirmado que un crecimiento económico sostenible necesita desarrollo industrial, y una industria competitiva requiere a su vez una energía competitiva.
Ha señalado que con el auge de la explotación de hidrocarburos no convencionales obtenidos con fraccionamiento, cambiará el mapamundi de la energía, con más recursos en países que hasta ahora eran grandes consumidores pero no productores, y ha animado a abrir un debate con todos los pros y contras de las nuevas técnicas de extracción, ya que pueden cambiar la geopolítica.
En este contexto, ha apuntado que Estados Unidos superará a Arabia Saudí en producción en el futuro y dejará de depender de Oriente Medio, a la vez que podrá ser exportador, mientras que Europa aumentará su dependencia del exterior.
Ha añadido que el gas natural es un "elemento clave" para la fijación de los precios industriales en Europa, y actualmente la industria de Estados Unidos lo obtiene a una tercera parte del coste respecto a aquí, y el sector químico también obtiene materia prima mucho más barata utilizando etileno en vez de nafta.
Respecto a la política ambiental, la ha visto necesaria para no comprometer los recursos para las generaciones futuras, pero ha lamentado que las desigualdades en las leyes en el mundo perjudica a los países más exigentes: "Las políticas de CO2 son para mi un auténtico absurdo, porque las refinerías de Europa deben pagar sus emisiones, pero sus competidores de la India no".
Ha argumentado que ello se traduce en que cierran en Europa, mientras crecen donde son menos eficientes, lo que produce pérdida de empleo industrial en Europa y aumenta la contaminación en el mundo.
Ha añadido que esto no solo afecta al sector de hidrocarburos --que ha reducido el número de refinerías en Europa--, sino al del acero --que en el Viejo Continente ha perdido un 30% de producción en cinco años--, el papel y la cerámica, entre otros, que son deslocalizables.