
La crisis está pasando factura al sector de la joyería y relojería en Cataluña, que en los últimos cinco años ha vivido una caída de la facturación del 56%.
Según cifras del Colegio Oficial de Joyeros, de Orfebres, de Relojeros y de Gemólogos de Cataluña (JORGC), el sector facturó en 2012 a precios de venta al público por valor de 317 millones de euros, un 16% menos que en 2011.
Nuevas apuestas
Ante esta situación, el sector busca nuevas vías que le permitan recuperar la competitividad. Entre las principales medidas que los fabricantes catalanes han puesto en marcha se encuentra la comercialización por Internet, que pasa a ser la acción más destacada en más de la mitad del sector (59%) en el año 2012. Otra solución es la exportación y las acciones de internacionalización, que ya están llevando a cabo más de la mitad de los negocios (55%). Para adaptarse a las nuevas necesidades de los clientes, el sector apuesta por nuevos diseños, nuevas calidades y materiales (vidrio, cerámica, materiales textiles) con piezas de gran vistosidad que le permitan ofrecer piezas del gusto del cliente a un precio menor.
El creciente peso de las compras del turismo internacional de Cataluña ha permitido a los grandes establecimientos y a los situados en zonas turísticas mantener su nivel de ventas. De cara a este año, las previsiones generales siguen siendo negativas, aunque mejores que las de 2012. Se espera que el comercio pierda de media un ocho por ciento de su facturación en 2013 y continúe perdiendo peso aunque en menor proporción que en el año 2012. Respecto a fabricantes y artesanos, las previsiones para 2013 agravan la previsión de reducción hasta el 18 por ciento.
Sobre la siniestralidad en el sector durante 2012, el número de delitos se redujo en un dos por ciento con un total de 283.