El presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, es pesimista respecto a la recuperación del crédito en España antes del año 2015. En su opinión, hasta ese año no se producirá una recuperación del crédito a nivel macroeconómico, lo que conlleva que tampoco se produzca una evolución positiva del crédito a empresas y particulares.
En una conferencia en la escuela de negocios Esade, Oliu argumentó que el crédito sólo volverá a fluir cuando la economía española se haya reequilibrado y, de esta forma, recupere la confianza de los mercados exteriores. "El crédito no fluye ni fluirá. No quiero ser agorero, pero no sé cuándo se va a recuperar el crédito. Algunos dicen que será a principios de 2014. Bueno, si lo decimos todos igual se cumple", declaró en un tono irónico. Pese a estos malos augurios, Oliu subrayó que el aumento del crédito es un objetivo de su entidad bancaria para 2013.
También reconoció que los inversores extranjeros empiezan a mostrarse interesados por España, pero motivados por las "grandes gangas" que existen después del proceso de devaluación de la economía española y que, en su opinión, continuará en los próximos meses.
Dos años más de recesión
Los malos presagios de Oliu para la economía se extienden durante dos años más. A su juicio, España continuará anclada en la recesión en 2013, aunque "hay elementos que permiten decir que los efectos negativos sobre la economía española pueden rebajarse hacia finales de año y especialmente durante 2014".
Otro de los puntos polémicos que abordó en su conferencia fue la modificación de la ley hipotecaria española para buscar salidas a la problemática social creada por los desahucios. El presidente del Sabadell admitió que "todo es posible" a la hora de introducir cambios en la ley hipotecaria, aunque pidió que se respete como "una línea roja" la imposibilidad de que las medidas que se aprueben sean retroactivas. No hizo mención expresa a la posibilidad de introducir la dación en pago de las viviendas para saldar las deudas.
"No puede haber cambios legales con efectos retroactivos porque se incumplen todos los compromisos y crea inseguridad jurídica", advirtió. En su opinión, una ley con efectos retroactivos perjudicaría la credibilidad de España ante los mercados y los inversores extranjeros".