El 'president' reclama al PSOE una relación bilateral entre España y Cataluña como la pactada en 2006 con Zapatero
El presidente catalán Artur Mas anda buscando soluciones al callejón sin salida en el que se encuentra. Sin un euro en las arcas de la Generalitat y con el compromiso electoral de realizar una consulta soberanista, el líder de CiU ha decidido abrir todas la vías de diálogo que le puedan proporcionar una salida airosa. El último intento ha sido la reunión secreta que celebró el domingo en Madrid con el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el líder del PSC catalán, Pere Navarro.
Sólo así se entiende que Mas aceptara la invitación de Navarro para acudir de forma discreta a Madrid para que Rubalcaba le explicara el proyecto que PSOE y PSC tiene "para cambiar España y para que Cataluña mejore su situación dentro de un Estado federal", según desveló ayer el propio Navarro.
El secretario general del PSC negó que esta puerta abierta al diálogo suponga por el momento una renuncia al proyecto soberanista que defienden CiU y su socio parlamentario ERC, pero indicó que tras la reunión el presidente de la Generalitat "puede llegar a compartir un proyecto general con el resto de España".
Navarro también descartó que este sea el primer paso para alumbrar la sociovergencia, es decir, tejer pactos PSC-CiU con los presupuestos catalanes o una eventual entrada de los socialistas en el Govern.
Por su parte, Artur Mas pidió a Rubalcaba el apoyo del PSOE para acometer una reforma de la Constitución en la que Cataluña y España mantengan una relación bilateral y se reconozca el derecho de los catalanes a decidir su futuro. Estas demandas recuerdan a las que Mas pactó con el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en enero de 2006 cuando acordó con él en Moncloa un nuevo Estatut para Cataluña que, finalmente, fue recortado primero en el Congreso de los Diputados y, posteriormente, en el Tribunal Constitucional.
Mas expuso a Rubalcaba las dificultades económicas por las que atraviesa Cataluña, especialmente en cuanto al cumplimiento de los objetivos de déficit exigidos por el Gobierno. En este sentido, abordó con el líder socialista la posibilidad de flexibilizar los objetivos tanto para Cataluña como para el resto de comunidades autónomas.