La tensión entre CiU y ERC sigue incrementándose. Aunque existe la posibilidad de que ambos partidos nacionalistas hayan pactado esta estrategia para arrancar a Mariano Rajoy un aumento del déficit público catalán, lo cierto es que, en público, la escalada de declaraciones va en ascenso.
Ayer fue el turno de la secretaria general de ERC, Marta Rovira, que denunció que la situación económica de la Generalitat es tan grave por la "asfixia" financiera que sufre por parte del Ministerio de Hacienda, que "no tiene ni un duro en la caja" y esto le impedirá cumplir con los Presupuestos, aunque estos pasen de una exigencia de déficit del 0,7 actual al 2,2 por ciento.
Según Rovira "ERC no ayudará a hacer unos Presupuestos de la Generalitat que no se pueden cumplir bajo ningún concepto" y defendió la opinión de seguir prorrogando las Cuentas actuales hasta poderlos modificar con un margen de déficit superior.
La representante republicana reprochó a CiU que quiera "condicionar la consulta" sobre la independencia de Cataluña a que haya unos determinados Presupuestos "porque no es esto lo que quiere la ciudadanía". Para la secretaria general de ERC, aprobar unas cuentas con un margen de déficit del 0,7 por ciento colocaría a Cataluña "en una situación peor que la de Grecia y Portugal", algo que considera inaceptable cuando "en nuestro país se recaudan 36.000 millones de euros y el Gobierno español sólo nos devuelve unos 16.000".
Ante estas afirmaciones, CiU quiso ayer apagar el incendio que amenaza el acuerdo parlamentario que firmó con ERC y que le garantiza el Gobierno de la Generalitat. El partido de Artur Mas pidió ayer a los republicanos que esperen a conocer el objetivo de déficit final para discutir las cuentas. "Esperemos a conocer el margen de déficit que tengamos. Mientras no lo conozcamos, los elementos de acuerdo con ERC son evidentes", defendió ayer el secretario general en funciones, Josep Rull.
El Gobierno catalán está a la espera de que la Unión Europea flexibilice el objetivo para España y, posteriormente, el Ejecutivo central relaje las exigencias a las comunidades autónomas, fijado ahora en el 0,7 por ciento. La Generalitat de Cataluña justifica el retraso en aprobar las cuentas en el desconocimiento de esta cifra.
Camino de la 'sociovergencia'
En respuesta a CiU, la portavoz de ERC, Anna Simó, aseguró que lo que "frenaría" el proceso no es una prórroga presupuestaria, sino un pacto parlamentario con el PSC para aprobar las cuentas, ya que el líder socialista, Pere Navarro pidió a Artur Mas que dejara de priorizar la agenda independentista para alcanzar acuerdos con el PSC.
El pasado sábado, el líder del PSC, Pere Navarro, anunció que someterá a referéndum entre la militancia del partido la posibilidad de formar pactos estables o acuerdos puntuales de gobierno con CIU. Aunque ayer el PSC descartó apoyar las cuentas catalanas, lo cierto es que el tema está en la agenda política.
De hecho, esta es la opción que defiende la presidenta del PP catalán, Alícia Sánchez-Camacho. La popular pidió ayer al Gobierno de CiU que rompa "inmediatamente" su acuerdo de gobernabilidad con ERC y pacte con el PSC en aras de la "estabilidad" de Cataluña y dado el "fracaso" de su alianza con los republicanos. "Nosotros queremos un cambio de timón, pero no queremos pactar con CiU después de sus continuos incumplimientos a nuestros acuerdos presupuestarios de 2011 y 2012", explicó.