Abertis ha alcanzado un acuerdo con el Gobierno de Gales para la venta del aeropuerto de Cardiff por un importe de 61 millones de euros.
La operación es una nueva prueba del poco interés que la compañía que dirige Francisco Reynés tiene en su división de aeropuertos, que ha dejado de ser estratégica.
La operación de venta tendrá un impacto neutro en la cuenta de resultados de Abertis, ya que el precio es igual al valor recogido en el balance consolidado de la compañía, y por tanto no generará plusvalías.
El aeropuerto de Cardiff aporta el 0,5 por ciento de las ventas de Abertis. En 2012 tuvo un millón de pasajeros y formaba parte hasta la fecha de la red de aeropuertos de TBI, compañía adquirida en 2005 por un consorcio formado por Abertis (90 por ciento) y Aena Internacional (10 por ciento).
Al margen de Cardiff, TBI tiene en cartera los aeropuertos de London Luton y Belfast International, en Reino Unido; el de Stockholm Skavsta en Suecia y Orlando Sanford en Estados Unidos. Asimismo, mantiene contratos de gestión total o parcial, por cuenta de gobiernos o autoridades locales, en cinco aeropuertos más de Estados Unidos.
