El Puerto de Barcelona ha puesto en marcha una campaña de búsqueda de navieras para ocupar las terminales de contenedores que está acabando de construir.
La crisis y, sobre todo, la caída de las importaciones (por el descenso del consumo en el mercado español) ha supuesto un retroceso del volumen de tráfico total en 2012 del orden del 3,8 por ciento, hasta los 42,6 millones de toneladas.
Mientras que la exportación de contenedores llenos creció por tercer año consecutivo (casi un 9 por ciento más en 2012) y ya desde 2010 superan los niveles de precrisis, las importaciones se comportaron mucho peor y cayeron un 13 por ciento. La caída más importante fue la de las importaciones procedentes de China, que bajaron un 22 por ciento. Otro punto débil de la instalación es el bajo nivel de tránsito de contenedores (contenedores que se desembarcan para embarcarlos luego en barcos más pequeños). La decisión de la multinacional naviera MSC de concentrar las operaciones del Mediterráneo oeste en la terminal que posee en el Puerto de Valencia ha supuesto un contratiempo para el puerto catalán que dispone de grandes infraestructuras cuyo reto más inmediato es conseguir que estén ocupadas.
Por este motivo, el presidente del Puerto de Barcelona, Sixte Cambra, considera que el objetivo más importante para los próximos años pasa por la captación de nuevo tráfico. Las principales líneas de actuación para afrontar este reto son la ampliación del área de influencia logística del puerto (hinterland); la consolidación del liderazgo en cruceros y automóviles en el Mediterráneo; la potenciación del puerto como uno de los principales hub de distribución de hidrocarburos y productos químicos del Mediterráneo y "la negociación de acuerdos con grandes navieras y operadores logísticos internacionales para convertir Barcelona en el puerto base de su actividad".
Automóviles y cruceros
El año pasado las exportaciones de automóviles desde el Puerto de Barcelona crecieron un 5,5 por ciento, hasta las 664.618 unidades. Este tipo tráfico resultó muy afectado los primeros años de la crisis, pero gracias a las ventas en el exterior y al incremento de las operaciones en tránsito se han recuperado los niveles de 2007, previos a la crisis económica. Otro comportamiento positivo de las exportaciones se produjo en los graneles sólidos, que duplicaron su volumen respecto al año anterior.
En cuanto al tráfico de pasajeros, en 2012, pasaron por el puerto 3,4 millones de personas, 400.000 menos que en 2011. Dentro de este colectivo, el tráfico de cruceristas se redujo de 2,65 millones a 2,4 millones, pero "este año volveremos a crecer ya que tenemos asegurados mayor movimiento de barcos", indicaron fuentes de la entidad.
Finalmente, uno de los condicionantes básicos para la estrategia que lidera Cambra es asegurar la conectividad vial y ferroviaria de los espacios portuarios, de modo que el Puerto de Barcelona velará especialmente por la construcción de los accesos definitivos en el plazo más corto posible. El coste de los mismo asciende a 98 millones y el puerto aportará la mitad.