La ponencia que redactará una nueva ley de consultas populares se constituirá en el Parlament este martes, un proyecto que empezó a gestarse en la anterior legislatura.
Sin embargo, el adelanto electoral lo frustró, y según establece el acuerdo entre CiU y ERC que permitió a Artur Mas ser investido presidente de la Generalitat, esta nueva ley debe aprobarse en 2013.
El objetivo de CiU y ERC es que la nueva ley ampare legalmente la consulta de autodeterminación que prevén convocar para 2014, aunque según el acuerdo que firmaron, podría posponerse si ambos partidos así lo acuerdan.
El tripartito ya impulsó en la legislatura 2006-2010 una ley de consultas, que fue recorrida ante el Tribunal Constitucional (TC) por el Gobierno del PSOE.
El objetivo es plantear ahora una ley más ambiciosa que la que se aprobó el tripartito, por lo que los grupos deberán abordar varias cuestiones, entre ellas, la edad mínima para votar en una consulta, porque el Govern planteó en la anterior legislatura la posibilidad de incluir a los jóvenes de entre 16 y 18 años.
También se abordó la posibilidad de prever un mínimo de 50.000 firmas para celebrar una consulta, recurrir al padrón municipal y no al censo para votar, y si también podrían participar los extracomunitarios.
La ley que impulsaba el tripartito indicaba que podía convocarse una consulta sobre cualquier tema, si lo solicitan una quinta parte de los diputados o el 10% de los municipios con 500.000 habitantes, pero se establecía que el Gobierno central debía autorizarlo, algo a lo que no se quiere hacer mención en el nuevo texto.